El tercer capítulo de ‘Luis Miguel, la serie’ dejó al descubierto la lastimada relación de Luis Miguel con su padre, pero también uno de los sucesos que marcó su incipiente carrera.
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En este episodio vimos la obsesión de Luisito Rey por la fama de su hijo, a tal grado de ‘ofrecer’ a su esposa, Marcela Basteri, al entonces jefe de la policía del Distrito Federal a cambio de que su hijo pudiera cantar en la boda de Paulina López Portillo, hija del presidente José López Portillo.
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Este capítulo dejó al descubierto la cara manipuladora del padre de El Sol, quien vio en su hijo a una estrella a la que habría que llevar a la fama a cualquier precio.
El comienzo de la ruptura
Para este tercer capítulo, hemos visto una cara nunca antes vista del cantante y de su padre, de quien comienza a separarse tras sentir que lo utiliza y no lo deja tomar el rumbo de su carrera.
Interferencias en su decisiones, decirle con quién puede o no salir y una larga lista de problemas, fueron algunos de los factores por los que Luis Miguel decidió que otra persona tomar el rumbo de su carrera artística.