La historia de Sian Ryan
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En el 2015 Sian Ryan se propuso bajar de peso. Dejó atrás las dudas, los miedos, y salió de manera magistral de su zona de confort. “Decidí que ya había tenido suficiente con cómo me veía”.
Tuvo varios intentos fallidos, rompía las dietas, lo volvía a intentar. No era fácil dejar atrás una vida llena de excesos. Perdió 9 kilos, pero los recuperó de manera casi inmediata. Sin embargo, su fuerza de voluntad era férrea.
Ella comenta: “Tenía una relación en la que comíamos mucha comida, cenábamos mucho, pasábamos mucho tiempo en el bar y salíamos a beber”.
De alguna manera estaba confiada, pero fue en el año 2016 cuando se tomó en serio su meta.
Sian dice: “De hecho, comencé lo que llamo mi viaje de pérdida de peso en septiembre de 2015, donde me dejaron en un fin de semana romántico. Fue completamente inesperado para mí y tuve el corazón roto y usé el gimnasio como una forma de salir de la casa y distraerme”.
La joven se inscribió a un plan gratuito de 12 semanas en body building. Ella entrenó siete días a la semana, pero fue el levantamiento de pesas lo que enamoró a la joven. “La sensación de desarrollar fuerza y la ventaja añadida de la pérdida de peso me mantuvo motivada y centrada; completé el programa y nunca miré hacia atrás”
Cuando comenzó Sian Ryan pesaba 118 kilos, ahora pesa 78. No solamente consiguió un cuerpo más sano, también la confianza que había perdido sin darse cuenta. La joven comenta lo feliz que se siente, aumento su interacción con otras personas y disminuyó su ansiedad.
El consejo que le da a otras personas que quieren perder peso:
“¡No te desanimes! ¡La consistencia es siempre la clave! ¡Si tuviste un mal día, una mala semana o un mal mes, no te rindas! Siempre levántate fresca y ¡empieza de nuevo! Nuestros días malos construyen mejores días y aunque el viaje puede parecer largo y como algo que nunca sucederá, si estableces metas pequeñas y das pequeños pasos, llegarás allí”
La joven termina su entrevista con unas palabras de amor propio, lo más importante que debes tener presente cuando inicias tu trayecto a una vida distinta.
“Recuerda ser amable contigo misma, sin importar dónde estés en tu viaje”.
Así luce ahora: