Por alguna razón siempre he sabido llevarme bien con los hombres. Tengo muchos amigos con quienes comparto una amistad de lo más normal. Vamos todos en grupo a ver la última película de guerra o salimos por una cerveza y pizza para platicar de lo que sea. El problema es que muchas veces tienen que mentir y decir que no estoy ahí para que sus novias no se pongan celosas.
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Y la verdad es que no lo entiendo. Tal vez porque nunca he sido celosa. y porque creo que si alguien quiere estar contigo no tiene ojos para nadie más es que no comprendo por qué tanto problema si han visto tantas veces cómo convivimos. Muchas veces he intentado acercarme a sus novias con una bandera blanca para al menos llevar las cosas en paz y ninguna ha funcionado.
No pretendo que sean mis mejores amigas pero sí quiero que sepan que no hay ningún problema. Aprendí hace mucho que lo mejor que una puede hacer es no hacerle a las demás lo que una no quisiera que le hagan. Luego entonces, bajarle el novio a alguien está totalmente fuera de lugar.
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Además, creo que de alguna forma les conviene que sus novios tengan asesoría femenina. Me han pedido varias veces que les ayude a comprarle un regalo a su chica o a planear una cena romántica para el aniversario, y la verdad es que mis amigos están un poco distraídos con ese tipo de asuntos. Si estuviesen solos probablemente acabarían comprando una bola de boliche, como Homero a Marge.
Realmente quisiera que no llamaran cada 10 minutos para monitorear a sus chicos ni se separaran de todos en las reuniones para hablar a un volumen bajito de cosas que no quieren que escuchemos. Es bastante difícil tratar de complacerlas y normalmente lo único que recibo a cambio son sonrisas falsas. Soy la enemiga y sin haberlo merecido. O al menos eso creo.
Nunca me he considerado coqueta y mucho menos con ellos, ha llegado un punto en que son como hermanos para mí. Chicas, créanme, no quiero nada con sus novios. Son todos suyos y yo solo espero que algún día podamos llevarnos todos bien porque son una parte muy importante de mi vida.
Ellos me consuelan cuando no me va bien con un chico, me animan cuando quiero regresar al gimnasio y saben hacerme reír cuando me cuentan de las cosas que no se atreven a hacer por pena cuando quieren conquistar a una chica.
¿A ustedes les ha pasado?