Detrás de la revolución de bienestar está Carmen Borja, una mujer cuya formación desafía lo convencional: antropología, naturopatía, permacultura y desarrollo de bioproductos. Ella es la prueba de que el liderazgo moderno exige una visión holística, y su historia es un faro para toda emprendedora que busca transformar su pasión en un legado.
La visión de Natú no es superficial, es profunda. Se trata de un lujo consciente que honra la salud desde su origen. Carmen Borja explica la fusión de su expertise de manera contundente: “Natú nace de esa visión integral. No es solo un producto de belleza; es una extensión de la naturopatía.” Esta filosofía asegura que cada producto sea una fórmula de bienestar interno y externo, diseñada para nutrir.
La integración de sus conocimientos en el proceso de creación va más allá de la fórmula química. Es una declaración de principios sobre cómo interactuar con el entorno. La fundadora lo tiene claro: “Mi formación me permite entender la cosmética no solo desde la química, sino desde la conexión profunda con lo que el cuerpo necesita y cómo la naturaleza lo provee de manera ética.” Así, la trazabilidad, la sostenibilidad y el comercio justo se convierten en los pilares irrenunciables de su modelo de negocio.
Si hay un secreto en la eficacia de Natú, ese reside en la despensa natural más rica del mundo: la biodiversidad de Ecuador. La marca es un homenaje al territorio y al conocimiento ancestral. Carmen afirma con orgullo: “La biodiversidad ecuatoriana es nuestro mayor tesoro y la base de la marca.” Este compromiso local no es una moda, sino un elemento central de su bioproducción.
Un abanico natural para todas las necesidades
¿Qué maravillas de la tierra se encuentran en los must-haves de Natú? Carmen nos revela los héroes de sus formulaciones. “Usamos la manteca de cacao amazónica por su excepcional poder antioxidante, el aceite de sacha inchi por su perfil de omegas esenciales, y extractos andinos como la caléndula por sus propiedades calmantes y regeneradoras.” Cada ingrediente es seleccionado no solo por sus beneficios, sino por su capacidad de impulsar la economía circular en el país.
Pero el camino al éxito no estuvo exento de retos. Al igual que muchas visionarias, Carmen se enfrentó al dilema del capital. Reflexionando sobre sus inicios, admite la trampa mental de las emprendedoras: “Yo creo que cuando uno está emprendiendo, automáticamente piensa que lo único que necesita es dinero, capital semilla.” Esta creencia limita el crecimiento y subestima otros recursos vitales.
Su participación en el concurso de emprendimientos de Fundación ADHARA le reveló la verdadera llave maestra del escalamiento. La validación, el conocimiento y el acceso a esferas de alto nivel cambiaron su perspectiva. Ella sostiene que “realmente, más poderoso que recibir dinero es recibir mentorías de personas que están mucho más adelante en el camino y que pueden ver las cosas desde una perspectiva distinta que tal vez tú no estás viendo.” La mentoría se convierte así en el activo estratégico más rentable.
¿Cómo logra una emprendedora mantener viva la llama de su marca en un mercado tan competitivo? La respuesta está en la estructura interna que va más allá de las ventas. Para Carmen, hay una diferencia crucial entre el impulso inicial y la sostenibilidad a largo plazo. “Les diría que la pasión es el inicio, es lo que te empuja a crear el primer producto, pero la disciplina y la visión integral son lo que te mantienen en el tiempo.”
Un Consejo invaluable
Su experiencia se transforma en un mensaje directo y poderoso para todas las mujeres que están a punto de lanzar su proyecto. Si tiene que elegir una sola acción para asegurar el éxito, es esta: la formación continua y el apoyo estratégico son innegociables. “Nunca dejen de buscar mentoría, esa es una inversión más rentable que cualquier capital.” Es el consejo de una líder que ya recorrió el camino.
Finalmente, Carmen Borja deja una reflexión que engloba toda la filosofía de Natú Cosmetics: la belleza es un estado, no solo un producto. Esta frase resuena con la promesa de una marca que cuida por dentro y por fuera. “Y recuerden siempre: la belleza real es un reflejo de la salud, y nuestra salud viene, irremediablemente, de la naturaleza.”

