A lo largo de 24 años, Cynthia Grunauer ha liderado el negocio de la compra programada en Ecuador y ha redefinido el concepto, transformándolo en una herramienta para la realización de los grandes sueños de los ecuatorianos: tener un carro o una casa propia.
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Conversamos con la Presidenta Ejecutiva de Motor Plan / Casa Plan, una figura que irradia una energía inspiradora, sobre la autoexigencia, el valor de la palabra y cómo se lidera una empresa en constante cambio.
Cynthia Grunauer atribuye sus cimientos profesionales a la formación recibida en casa, donde sus padres la hicieron parte del negocio familiar desde muy joven. Más que la competencia externa, la clave de su impulso radica en su fuero interno: “No soy competitiva con las personas, pero conmigo mismo sí compito muchísimo. Yo misma me pongo mis estándares”.
Esta autoexigencia, combinada con una ética laboral forjada en el valor de la palabra, ha sido la brújula de su carrera. En sus inicios en el sector automotriz, su promesa a los clientes era un compromiso innegociable. “Algo importante que, y relevante, es que siempre nos enseñaron a nuestra familia, es tu palabra es como tu firma”.
Esta promesa de cumplimiento fue lo que, ante la crisis de la dolarización, le permitió idear soluciones innovadoras y, eventualmente, lanzar en el 2001 Motor Plan, y en 2004 Casa Plan, revolucionando la manera en que los ecuatorianos acceden a sus bienes.

“Romper el techo de cristal con paradas estratégicas”
En un sector históricamente dominado por hombres, Cynthia ha alcanzado el Top de las empresas de compra programada. Contrario a lo que se podría pensar, su experiencia ha sido de colaboración: “Los hombres son indispensables. Los ejecutivos que en esa época eran quienes lideraban las grandes marcas de Ecuador, fueron quienes me dieron la mano y su confianza”.
Al reflexionar sobre el concepto de la “Nueva Mujer”, Cynthia, a quien admiramos por su liderazgo y visión, hace un llamado inspirador a sus colegas: “Nosotras las mujeres, debemos de nosotras mismas romper nuestro techo de cristal”. Y para no perder el enfoque en la agitada vida empresarial, la ejecutiva ofrece un consejo crucial: “A parar. Parar un momento, sacarte el corazón y pensar”, aconseja como un recordatorio de que la sensibilidad y la pausa son herramientas poderosas de liderazgo.
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Concretando aspiraciones: de la cuota al sueño
Para Cynthia, la labor de Motor Plan y Casa Plan trasciende lo material. “Cuando tú compras un carro, tú compras un sueño, tú vives un sueño... Estás jugando con muchas emociones de la familia”. Esta comprensión profunda de las aspiraciones humanas llevó a la expansión de la empresa, atendiendo incluso a migrantes ecuatorianos en España, permitiéndoles comprar su casa o carro para sus familiares en Ecuador.
La clave de este éxito duradero, más allá del producto, es la Confianza y la Formalidad. Cynthia enfatiza la importancia de la trazabilidad y la transparencia del dinero, incluso reportando a la UAFE, porque “la formalidad y el compromiso con el país, sobre todo” son innegociables. Ella ve en cada entrega no solo un carro o una casa, sino cómo “cambiamos la vida de una familia”.

Su persistencia fue el trampolín digital para la empresa
La motivación diaria de Cynthia es simple pero profunda: “¿Cómo puedo servir mejor hoy? ¿Qué nueva buena propuesta puedo hacer hoy?” Esta búsqueda incesante del mejor servicio la llevó a liderar la transformación digital de la empresa mucho antes de que la pandemia lo hiciera obligatorio. La visión nació de una necesidad logística y de confianza: simplificar la asistencia a las asambleas, especialmente para clientes de provincia.
Cynthia relata cómo, al notar la dificultad de los clientes para llegar a las asambleas presenciales, sintió la urgencia de “cortar esa brecha”. Su primer cambio radical fue la implementación de un sistema custodiado para la recepción de ofertas, pasando del papel a un proceso formal y seguro.
El verdadero salto se dio al plantear la virtualización: una idea que comenzó a desarrollarse desde 2014, buscando un protocolo de orden y seguridad que pudiera funcionar 24/7 (inicialmente pensado incluso para escenarios de riesgo como un terremoto).
Para 2016, cuando Ecuador vivió un fuerte terremoto, la empresa ya había desarrollado la infraestructura de comunicación y la zona de clientes. Esta previsión permitió que, al cerrarse el ‘mundo’ en 2020, Motor Plan saliera con sus asambleas completamente “en vivo” y en línea, garantizando la continuidad del negocio y, sobre todo, la transparencia y trazabilidad total de los procesos de adjudicación y del manejo de los dineros, esenciales para generar y mantener la confianza del cliente.
Con dos hijos ya graduados y con maestrías, Cynthia equilibra su intensa agenda con el “balance entre familia, mi parte de salud, y ‘gastar suelas’ estar cerca del cliente". “Fui muy necia en mi vida, pero necia porque yo creo que lo podía lograr. Persistencia”, asegura.
“Nosotras las mujeres, debemos de nosotras mismas romper nuestro techo de cristal. [Debemos] parar un momento, sacarte el corazón, pensar y avanzar. Porque somos creadoras“, asegura.