En días recientes, dos mujeres clave del escenario político ecuatoriano captaron todas las miradas —y no solo por su rol público— sino por una elección de vestuario que fue mucho más que una coincidencia estilística: un outfit con un tono violeta índigo.
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Lavinia Valbonesi, primera dama del Ecuador, lució un impecable conjunto en tono índigo durante su visita oficial al rey Carlos III en Reino Unido.
Poco después, Annabella Azín —madre del presidente Daniel Noboa y actual asambleísta del movimiento ADN— apareció en la instalación de la nueva Asamblea Nacional con un conjunto también completamente índigo. ¿Casualidad? Quizás. Pero en moda, nada es realmente al azar.
Para entender mejor el impacto y el mensaje detrás de estos estilismos, conversamos con Paulina Andrade, editora de moda, quien nos ayudó a analizar el poder del color y los detalles detrás de estas elecciones.
El color habla sin decir una palabra
“El violeta índigo, así como los tonos azules, son colores fríos que favorecen a personas con piel clara y cabello oscuro. Transmiten sobriedad, serenidad y elegancia”, nos explica Paulina.
Además, añade un dato clave: “Este tipo de tonos estiliza la figura y, en contextos políticos, proyecta cercanía y respeto”.
En otras palabras, el violeta índigo no solo es estéticamente poderoso, también es un color que envía un mensaje claro: seguridad, transparencia y liderazgo tranquilo. Es ideal para mujeres que deben combinar autoridad con calidez.
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Accesorios con intención
El look de Annabella también se destacó por sus accesorios con formas de insectos, en este caso la lideresa escogió libélulas, un detalle que no pasó desapercibido para nuestra experta.
“Los accesorios en forma de insectos o animales están muy en tendencia. Han sido utilizados por marcas de lujo, y en especial la libélula tiene un simbolismo muy femenino: evoca tranquilidad, es delicada y, al mismo tiempo, aporta un brillo sutil que eleva cualquier atuendo”, nos dijo.
Este tipo de complementos permiten jugar con el estilo, agregando un toque de luz y personalidad al conjunto sin romper con la formalidad. Funcionan tanto en eventos formales como en escenarios más casuales, adaptándose con elegancia.
Todo comunica
La moda, como todo en la vida pública, comunica. Paulina lo resume así: “Cuando una persona elige vestirse con colores como el violeta índigo, está emitiendo un mensaje claro: seguridad, apertura, transparencia. No hay elementos que distraigan. Es una forma sutil pero muy efectiva de generar confianza”.
Y es que la ropa no solo refleja el gusto personal, también habla de la actitud. En este caso, los tonos azules acompañados de una actitud amable y carismática potencian aún más el mensaje de cercanía y liderazgo.
Lavinia Valbonesi y Annabella Azín no solo vistieron con estilo, vistieron con intención. En una época donde cada imagen tiene impacto, sus elecciones de vestuario demuestran que la moda es una herramienta de comunicación poderosa. Y el violeta índigo, sin duda, se posiciona como el nuevo color del poder femenino.