El 28 de abril, el Pleno de la Asamblea Nacional aprobó de forma unánime la Ley N.º 58, una normativa orientada a garantizar la protección y estabilidad laboral de las y los trabajadores remunerados del hogar. Esta legislación reconoce el aporte fundamental de estas personas al funcionamiento de los hogares y al tejido social del país.
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La presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, agradeció a las y los legisladores por su respaldo a esta iniciativa, destacando su papel en el reconocimiento y la protección laboral de este sector históricamente relegado.
Impulsada por la legisladora Johanna Ortiz, en conjunto con la Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar, la ley fortalece el Código del Trabajo al establecer mecanismos de denuncia frente a la vulneración de derechos laborales.

Por su parte, la asambleísta María Teresa Pasquel subrayó la relevancia de contar con un marco normativo que prevenga abusos en las relaciones laborales dentro del hogar.
A esto se sumó la voz de la asambleísta Luzmila Abad, quien insistió en que la ley debe incluir derechos fundamentales como el acceso a una habitación digna, alimentación adecuada, afiliación al seguro social, pago del salario básico, remuneración por horas extras y el respeto pleno a la dignidad humana.
La nueva normativa contempla una disposición general, cuatro transitorias y una disposición final. Entre sus ejes centrales están la igualdad de género, el acceso a la seguridad social y la promoción de condiciones laborales justas para quienes desempeñan funciones domésticas de forma remunerada.

Esta nueva legislación representa un avance clave para mejorar las condiciones laborales de miles de personas que, día a día, sostienen con su esfuerzo los hogares del país. Su reconocimiento legal es un acto necesario hacia la equidad y la justicia social.