Olga Morán Luz es una joven cuyo espíritu decidido la ha llevado a convertirse en una de las candidatas a Reina de Guayaquil. Con una licenciatura en comercio exterior y tras haber realizado un curso de modelaje, la candidata ha estado trabajando incansablemente para alcanzar su sueño de ser parte de este certamen.
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Después de haber participado el año pasado sin ser elegida, decidió no rendirse y se preparó aún más, hasta que este año finalmente recibió la emocionante noticia de su selección como candidata. “Me quedé en shock, era algo que había querido con todo mi corazón”, comparte con una sonrisa de orgullo.
Además de sus ambiciones personales, Olga está profundamente comprometida con su comunidad. Cada jueves, realiza labores de voluntariado llevando comida a adultos y niños en situación de calle, compartiendo y conviviendo con ellos en varios puntos de la ciudad, como la Nueve de Octubre y La Universal. Originaria de la Ciudadela Paraíso, destaca la unión y solidaridad de su comunidad, donde todos se organizan para mantener la seguridad y el bienestar de sus vecinos.
De cara a las fiestas de octubre, Olga comentó que sería importante utilizar las redes sociales para incentivar a la población a disfrutar de los hermosos lugares turísticos de la ciudad. “Haría videos visitando y viviendo la experiencia en varios lugares turísticos”, menciona con entusiasmo.
Por otro lado, su amor por la gastronomía ecuatoriana es evidente, especialmente cuando se trata de su plato favorito: el encebollado. Además, es una fanática del cangrejo, y disfruta especialmente del chop suey de cangrejo, un manjar que le gusta compartir junto a su madre.
“Mi abuelita es mi motivación y por ella lo daría todo”
Su proyecto social: “Ayudar a niños y adultos mayores en situación de calle”, es un homenaje a su abuelita, una mujer muy especial en su vida. Olga se emociona al hablar de ella y reflexiona sobre las personas adultas en situación de calle, pensando: “Puede ser mi abuelita”.
A través de su propuesta, busca generar conciencia y apoyo hacia los adultos mayores, promoviendo el respeto y la dignidad que todos merecen para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Olga se muestra como una joven que encarna los valores de la compasión y la solidaridad.