El exparticipante, Marcial Herrera, se convirtió en uno de los concursantes con más popularidad en el MásterChef Ecuador, ya que en más de una ocasión, la preparación de sus platos fueron calificados como ‘locos’ y como verdaderas ‘obras de arte’.
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Sin embargo, muy pocas personas conocen qué o quién ayudó a Herrera a llegar hasta el top 5 de los mejores cocineros amateur del concurso. Y a ganar en más de una ocasión los retos grupales e individuales.
En exclusiva para la revista Nueva Mujer, el publicista y comunicador organizacional, nos da detalles de los paranormales momentos que se suscitaron en su vida, mientras era parte del MásterChef.

¿Quién le ayudó a cocinar a Marcial?
Entre tantas de las peculiares que el publicista dejó a vista de todos, durante su participación en el concurso de cocina, estuvo el hablar siempre de su familia, en la preparación de cada uno de sus platos.
Durante su entrevista para Nueva Mujer, nos contó que su bis abuela Guillermina, fue quien lo acompañó durante su paso en el concurso.
«Va a sonar algo trillado; pero sentía que mi bisabuela, Guillermina, bajaba y sentía la presencia de ella. Y solo sentía que ella estaba ahí junto a mi, mientras cocinaba. (…) Ella murió hace mucho tiempo, pero ella al igual que mi abuela y mi madre siempre estuvieron ligadas a la cocina. Entonces fueron ellas las que me ayudaron a hacer magia.

‘Educar paladares’
Además, Herrera asegura que otras de las cosas que también lo ayudaron a llegar tan lejos dentro del MásterChef fue el contacto que desde pequeño se le fue impuesto hacia la cocina; ‘educando de a poco su paladar’.
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Y esto lo ayudaba a mezclar ingredientes ‘sin temor’, esto fue lo que nos dijo con respecto al tema:
«Yo veía productos ahí y yo sabía que si los fusionaba de tal forma ese producto iba a generar un nuevo sabor, pero que no era feo, porque yo ya sabía la esencia que tenía cada producto»

Preparación en las horas libres
Por otro lado, Marcial asegura ‘que no había tiempo para prepararse dentro de la casa del MásterChef Ecuador’. Y lo que más le ayudaba a mantener su rendimiento en el concurso, eran las horas de descanso que el quiteño ‘le entregaba a su cuerpo’, en las pocas horas libres que tenía él y su compañeros.
«Venir a meter el mito de que yo me ponía a estudiar, no estudié, no estudié nada. Más que lo que sabía y lo poco escueto de la cocina y normas básicas, de no contaminar alimentos, el tiempo de manejar proteínas y esas cosas».

Otra de las cosas curiosas y paranormales que fueron parte de su participación en el show de comida, fue que él nunca probaba sus platos. Tan solo metía un dedo para comprobar el tiempo de cocción, se dejaba llevar por lo aromas y sentía que alguien más lo hacía todo por él.
«…es algo que no entiendo, por eso digo que había una persona alado mío; mi bisabuela y el recuerdo de mi madre, que me dejaban guiar por el olfato y se preparaban solos mis platos».

Dentro de pocos días, Marcial Herrera cumplirá 41 años de edad. Y aunque muchos de sus seguidores no creen en la edad del cocinero, sus experiencias de vida no tendrían nada que ver con su aspecto físico.