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Porque cambiaron nuestra vida: Los mejores descubrimientos sexuales

Son los resultados de investigaciones que hicieron pensar en la sexualidad de otro modo y cambiaron, incluso, nuestra forma de relacionarnos con ella.

Por: Karen Uribarri G.

Algunos enseñaron qué pasaba en nuestro cuerpo en materia sexual; otros nos ayudaron a entender cómo funcionamos cerebralmente entorno a este tema, y unos, definitivamente, mejoraron nuestras relaciones y encuentros sexuales.

1. El orgasmo
Científicos de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, lograron definir la existencia real y concreta del orgasmo femenino al captar imágenes de resonancia magnética de lo que ocurre en el interior del cerebro de las mujeres cuando llegan al clímax. Cuando esto ocurre, casi la totalidad del cerebro se vuelve muy activo.

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2. La píldora anticonceptiva
Nunca algo tan pequeño ha tenido consecuencias tan grandes. El 23 de abril de 1960 la píldora recibió el permiso para ser vendida explícitamente como anticonceptivo oral en los Estados Unidos. Esto provocó una verdadera revolución ante los beneficios de pareja que este invento traía y la libertad que, de alguna manera, entregaba. Todo partió en los años 30 del siglo pasado en la selva de México, cuando el profesor de química Russell Marker descubrió la posibilidad de desarrollar una sustancia sintética con actividades similares a la progesterona que pudiera administrarse por vía oral y que fuera capaz, en las dosis adecuadas, de interferir con el proceso cíclico de la ovulación y la fecundación. Una jugada perfecta para el control de natalidad.
Antes de eso, las mujeres ya luchaban por controlarla. En el Antiguo Egipto usaban una mezcla de miel, algodón y acacia que introducían en su cuerpo antes del acto sexual; al parecer la acacia fermentada servía como espermaticida. Los griegos afirmaban que sostener la respiración durante el coito y estornudar justo después de éste funcionaba perfecto para evitar los embarazos, y las mujeres en la Edad Media creían que amarrar testículos de nutria a su cuello o muslos durante el acto sexual evitaría que tuvieran hijos.
Menos mal que se descubrió la píldora.

3. Amor y sexo
Inicialmente y casi por impulso, la literatura y luego el cine ligaron férreamente el sexo y el amor, y años después la ciencia demostró que existe una enorme conexión cerebral entre ellos. Fue en 1990 cuando la neuroendrocrinóloga C. Sue Carter determinó que la oxitocina –llamada la sustancia neuroquímica «del amor»– participa fuertemente en la relación madre e hijo, en el enamoramiento y, claro, en las relaciones sexuales. Ocho años más tarde, ella misma descubrió que la dopamina y la oxitocina trabajan en conjunto en el sexo. De allí que el sentimiento de amor y la sensación de placer sexual se unifican a la perfección.

4. El vibrador
Las mujeres fueron las más felices con este descubrimiento, pues las ayudó a conocerse, investigarse y sentir distintos niveles de placer. El responsable fue el médico británico Joseph Mortimer Granville, quien inventó el primer vibrador con baterías en 1880. Inicialmente este invento fue creado para usarse en consultorios médicos como terapia para tratar la histeria femenina. Luego, en 1902, la compañía norteamericana Hamilton Beach lanzó el primer vibrador eléctrico de venta comercial, siendo éste el sexto aparato doméstico en ser electrificado, mucho antes que la aspiradora y la plancha eléctrica. Nada mal.

5. El Viagra
La disfunción eréctil afecta al 10% de los hombres en el mundo y esto se traduce en el 52% de los varones entre los 40 y 70 años. Por eso es que la llegada del Viagra fue tan revolucionaria. Todo comenzó en 1985, cuando los químicos Simon Campbell y David Roberts, de la industria farmacéutica Pfizer, buscaban hallar un compuesto contra la hipertensión, descubriendo así el Sildenafil. En el estudio de su uso se dieron cuenta que no era una droga prometedora para tratar pacientes con enfermedad coronaria, pero sí para usarse en hombres que sufrían de impotencia, ya que producía un interesante cambio en la función eréctil de quienes lo consumían. Así fue como nació el Viagra, medicamento ancla de ese laboratorio, la marca que revolucionó la sexualidad masculina y, consecuentemente, de sus parejas.

6. La existencia del óvulo
Pasaron 150 años para que lograran dar con él. En 1827, el doctor Karl Ernst von Baer, prusiano, quien estudiaba los óvulos en perras y en otras hembras de los mamíferos, publicó su libro «Sobre la génesis del óvulo en los mamíferos y el hombre». En sus páginas describió con detalle el desarrollo y ubicación del óvulo humano, además de sus funciones reproductivas. Toda una revelación. Luego, en 1920, los científicos se adentraron en el estudio de la fertilidad y en 1927, a partir de la identificación de las hormonas de progesterona y estrógeno, los científicos lograron entender y describir correctamente lo que ocurre en el ciclo menstrual y en la ovulación.

7. Viagra femenino
Creado inicialmente para contrarrestar la depresión, el compuesto Flibanserina resultó ocasionar un aumento en el apetito sexual de las mujeres, según sus propios investigadores. De allí que se le conozca como el «Viagra femenino». El Flibanserina fue aprobado por la FDA hace casi dos meses para su comercialización en Estados Unidos y sólo bajo receta médica. ¿Quién lo creó? Sprout Pharmaceuticals, un laboratorio cuya plana ejecutiva está compuesta únicamente por mujeres. Lleva por nombre Adyyi, y disminuiría la conducción de serotonina del sistema nervioso, aumentando así el deseo sexual. Mientras llega a Chile, este medicamento ya ha provocado múltiples polémicas sobre su funcionamiento y la real raíz del deseo sexual femenino.

8. El famoso condón
Este es uno de los métodos anticonceptivos más usados en la actualidad y, si bien, inicialmente sólo era de uso masculino, hoy también disponemos de preservativo femenino (desde 1992). En ambos casos evita los embarazos no planificados y previene el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Sus orígenes parecieran estar en Egipto, al menos desde el 1.000 a.C., cuando se utilizaban fundas de tela sobre el pene. Así, la leyenda del Rey Minos (1.200 a.C.) habla del empleo de vejigas natatorias de pescado o vejigas de cabra para retener la eyaculación. Sólo a finales del siglo XIX los ingleses lograron producir preservativos de látex indio, lo que resultaba más cómodo y efectivo. Además se comenzó a vender en farmacias. Todo un avance. Aunque en los años veinte muchos países prohibieron su venta, en Estados Unidos se permitió «sólo para la prevención de enfermedades». Actualmente podemos encontrar preservativos de distintas texturas, tamaños, colores y hasta sabores.

9. Los espermatozoides
Sin duda, uno de los descubrimientos fundamentales en nuestra vida sexual fue la invención del microscopio compuesto, de Antonie van Leeweenhoek. Fue en el año 1677 cuando aumentando 300 veces la visión de su propio semen, logró ver claramente los espermatozoides, lo que luego describió a la Real Academia como «una multitud de animalillos vivientes con el tamaño de un millón de veces menor que el de un grano de arena».

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En el siguiente video, Karen Uribarri nos regala excelentes tips para lograr el orgasmo

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