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Cientos fueron las personas que salieron el sábado a marchar por las calles de Santiago, para defender los derechos de todos quienes en Chile sufren alguna enfermedad y que no pueden costear sus tratamientos, impidiendo así una mejora en su calidad de vida.
Y entre este grupo destacaron dos mujeres muy reconocidas mediáticamente, y quienes están condenadas a vivir, cada una con un mal, que deberán enfrentar de pro vida y el que en algunos casos las invalidad o les hace gastar fortunas para su tratamiento.
Se trata de Paulina Nin, quien sufre desde hace años la enfermedad de Crohn y de Cecilia Serrano, quien desde hace algunos años se ha visto afectada por una esclerosis múltiple.
Pero de qué y tratan estas enfermedades. Acá te contamos un poco más de ellas.
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Mal de Crohn
Dolor abdominal, diarrea e incluso desnutrición son algunas de los síntomas que pueden presentar quienes sufren de colitis ulcerosa o Enfermedad de Crohn, ambas patologías inflamatorias intestinales que sin embargo pueden ser tratadas y controladas.
La Colitis Ulcerosa es una enfermedad que afecta a la mucosa del colon (intestino grueso) y que dependiendo de la extensión del órgano alterado, puede manifestar variados síntomas. En tanto, la Enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tubo digestivo -estómago, intestino delgado y colon – produciendo úlceras o heridas grandes en el intestino.
«La colitis ulcerosa generalmente presenta diarrea con sangre y mucosidades. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, hay compromiso general, fiebre, anemia y desnutrición, entre otros síntomas. En el caso de la enfermedad de Crohn, se debe estar atento ante síntomas como dolor en la zona abdominal, diarrea con o sin sangre, baja de peso, compromiso general y fiebre», explica el gastroenterólogo de Clínica Santa María, Sergio Carvajal.
El especialista precisa que en ambos casos, las personas afectadas pueden haber manifestaciones extraintestinales, como dolor articular, manchas, lesiones en la piel e inflamaciones en los ojos.
El tratamiento de estas enfermedades se basa principalmente en medicamentos, los que permiten mantener la enfermedad controlada. Sin embargo, hasta ahora no existe un tratamiento curativo, por lo que se requiere de controles periódicos.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica crónica que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), provocando inflamación y daño a la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas. Debido a que la mielina ayuda a conducir las señales nerviosas, el daño ocasiona un deterioro en la señalización entre los nervios y puede afectar la sensación, el movimiento y el pensamiento. Afecta más a mujeres que a hombres y principalmente a adultos jóvenes. La edad de inicio fluctúa entre los 20 y los 50 años.
La causa de este trastorno no es conocida, pero se piensa que hay factores ambientales, virales y genéticos involucrados.
Los síntomas pueden incluir:
– Alteraciones visuales como dolor de ojos, distorsión o pérdida de la vista en un ojo, deterioro de la percepción del color o visión doble.
– Dificultad para caminar o realizar tareas que requieren coordinación.
– Pérdida de sensibilidad de diferentes áreas del cuerpo.
– Fatiga o debilidad.
– Pérdida de control intestinal o de la vejiga.
Además de un historial médico completo y revisión física que incluya un examen neurológico detallado, el neurólogo puede solicitar una resonancia magnética de su cerebro y/o médula espinal para buscar las placas desmielinizantes que caracterizan la enfermedad. Además, puede realizar una punción lumbar para tomar una muestra de líquido cefalo-raquideo para hacer análisis que detecten las proteínas asociadas con la esclerosis múltiple.
Actualmente no existe una cura para la esclerosis múltiple. Sin embargo, hay tratamientos disponibles que pueden hacer más lento su avance y aliviar los síntomas asociados.