
No sólo la aparición de alergias llega con el arribo de la primavera. La mayor presencia de insectos en jardines y al interior de los hogares es otro factor común en esta época. Uno de los visitantes más temidos y menos agradables de esta estación del año, es la temida araña de rincón.
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La Loxosceles laeta (nombre científico), es un temido arácnido cuya variante más peligrosa y tóxica se encuentra en Chile, Argentina y Perú. En nuestro país se encuentra desde la I a la X Región, en un 50 % de las viviendas urbanas y en un 80% de las viviendas rurales.
Es extremadamente tímida, posee hábitos nocturnos, ya que le teme mucho a la luz. Por esta razón, es difícil verla de día siendo una total desconocida para la mayoría de las personas. Si bien popularmente es conocida como araña de rincón (vive detrás de cuadros, muebles, muros divisorios, libros, closets y entretechos), no sólo habita en rincones, también está presente en lugares oscuros, secos, húmedos y cálidos, por ejemplo, nuestra cama, al interior de muebles, escondida entre la ropa.
Los baños son otro lugar donde las arañas de rincón suelen esconderse con frecuencia, en toallas colgadas, detrás de lavamanos e inodoros, siendo un foco de alto peligro, ya que un simple movimiento que la haga sentir atacada, puede provocar su peligrosa mordedura.
La mordedura de esta araña libera un veneno con poderosas enzimas proteolíticas que destruyen todo lo que tenga proteínas, siendo su efecto incluso 10 veces más poderoso que la quemadura con ácido sulfúrico, ya que tiene alto poder de penetración. El veneno de estas arañas (al microscopio) es claro y viscoso, contiene la esfingomielinasa D, que es el factor de necrosis dérmica más importante, ya que altera las membranas celulares, activa mecanismos de inflamación, provocando la quimiotaxis de neutrófilos, causando trombosis vascular local y reacciones inmunitarias parecidas a la reacción de Arthus.
El veneno de la araña de rincón, es un veneno de acción necrótica, que si logra ingresar al sistema circulatorio produce daño (necrosis o sea destrucción del órgano) en órganos internos como hígado, páncreas, glóbulos rojos y riñones entre otros, lo que en menos de 48 horas puede provocar la muerte. Los cuadros clínicos son fundamentalmente dos: el cuadro cutáneo que ocurre en la mayoría de los casos, y el cuadro cutáneo visceral (el más peligroso y mortal).
El antídoto es sólo el remedio probable, lo mejor es prevenirlas
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En caso de mordedura la primera reacción debe ser intentar capturar al arácnido vivo o muerto, ponerlo dentro de un frasco y llevarlo al centro de salud más cercano, para que el personal médico pueda determinar si efectivamente se trata de araña de rincón de manera simple y rápida. Luego, si el personal médico lo estima conveniente y de acuerdo a las características propias de cada paciente y el tiempo transcurrido entre la mordedura y la llegada a la unidad de atención, podría venir la aplicación del antídoto que contrarresta los efectos del veneno de la araña en la sangre, acto que puede salvar la vida de la persona afectada.
Sin embargo, la mejor medida que se puede tomar para evitar exponerse a situación de riesgo, es cuidar la limpieza de las zonas donde se juntan y habitan las arañas (ojalá limpiar usando guantes). Es muy bueno sacudir siempre la ropa antes de usarla y revisar los zapatos antes de ponérselos.
Es recomendable también separar las camas de las murallas y no colgar ropa o toallas detrás de las puertas. Según el entomólogo Alfredo Ugarte, «el invierno frío y prolongado provoca que las arañas estén más hambrientas y se arriesguen a salir más y más lejos, por lo que es probable que se las vea frecuentemente, con la posibilidad que ocurran más accidentes.»
Otra acción fundamental para evitar la presencia de este arácnido en los hogares, es aplicar insecticida contra arañas como Raid Max. «Su aplicación es recomendable detrás de cuadros, debajo de camas, al interior de closet o muebles, ya que elimina incluso los huevos de la temida araña, hecho que es muy importante, pues eliminando los huevos, evitamos potenciales futuros focos del arácnido en nuestras casas», aconseja Ugarte.
Datos de la araña del rincón
– Su nombre científico Loxosceles laeta. Su color varía entre el café claro y el café oscuro, y su cuerpo – específicamente su lomo (cefalotórax) – tiene un dibujo muy característico en forma de violín.
– Durante la noche abandonan su tela en busca de alimento, y al ser sorprendidas por la luz del día o alguna luz artificial buscan rápidamente refugio en el primer lugar oscuro que encuentran, es decir, prendas de vestir, camas, etc.
– Sus patas son largas (entre 8 y 30 milímetros) y su cuerpo mide alrededor un centímetro. Vive en promedio tres años y para alcanzar su madurez debe realizar entre 9 y 12 mudas o renovaciones de su exoesqueleto.
– Muerde sólo cuando se siente atacada. Por lo mismo, los accidentes más frecuentes se producen durante la noche, en la cama, cuando la persona se mueve y la pisa, o al ponerse una prenda de ropa en la que la araña está escondida. Las extremidades son las partes del cuerpo más afectadas por su mordedura.