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Vacaciones de invierno: la temporada que pone a prueba la nutrición de tus pequeños

En los días fríos, entre visitas, juegos y cambios de ritmo, la alimentación infantil se vuelve decisiva: sostiene defensas, energía y desarrollo cuando la exposición a virus aumenta

La infancia temprana exige un esfuerzo metabólico notable
Invierno, exploración y nutrición inteligente Boy lying on mothers chest smiling (Quim Roser/ImageSource / Quim Roser)

Cuando el invierno altera el ritmo, la nutrición se vuelve una primera línea de defensa. La temporada de vacaciones crea una atmósfera que muchas veces pasa desapercibida: agendas flexibles, sobremesas prolongadas, exploraciones improvisadas. En ese vaivén, los niños modifican horarios, prueban sabores nuevos y amplían su contacto con ambientes y personas. Este escenario suele coincidir con un aumento natural de virus y bacterias, especialmente cuando el clima desciende y las reuniones en interiores se multiplican.

A partir del primer año de vida, los pequeños viven una etapa de descubrimiento incesante. Caminan sin descanso, manipulan juguetes, comparten objetos y llevan a la boca todo lo que despierta su curiosidad. Esa exploración forma parte de su desarrollo, aunque también incrementa la interacción con microorganismos. Para enfrentar ese reto cotidiano, su sistema inmune necesita un soporte nutricional sólido.

La infancia temprana exige un esfuerzo metabólico notable: por kilo de peso, un niño requiere cantidades superiores de micronutrientes esenciales, entre ellos vitamina D, hierro y zinc. Esta demanda, representa la base de un crecimiento saludable durante los meses que, paradójicamente, más desajustan sus rutinas.

Nutrición inteligente en invierno
Hábitos que sostienen el bienestar de nuestros hijos Cute little toddler sitting at the kids table decorated for Easter

Hábitos que sostienen el bienestar durante las vacaciones


El inicio del segundo año marca una transición importante: el niño se integra a la dieta familiar, aunque esta integración no equivale a libertad total en la elección de alimentos. La clave está en ofrecer opciones acordes con su etapa y ritmo de crecimiento. Los especialistas de NIDO® recomiendan prácticas simples que funcionan tanto en días estructurados como en jornadas flexibles.

El dulzor que proviene de la naturaleza: Frutas frescas o deshidratadas sin azúcar —plátanos, fresas, manzanas— aportan fibra, vitaminas y energía estable. Funcionan como colación, complemento o alternativa frente a opciones procesadas.

Endulzantes que suman nutrición: Ingredientes como plátano maduro, puré de manzana o dátiles aportan textura y sabor equilibrado en preparaciones caseras. Además, enriquecen de manera natural.

Cereales integrales que acompañan el movimiento diario: Avena, pan integral o amaranto ofrecen energía sostenida y favorecen la digestión, lo cual evita fluctuaciones bruscas en los niveles de glucosa.

Etiquetas que permiten tomar mejores decisiones: Revisar la composición de los productos se convierte en una herramienta para elegir alimentos con valor nutricional real. Los niños en crecimiento requieren ingredientes útiles para su desarrollo, no calorías carentes de aporte.

Invierno, exploración y nutrición inteligente
Invierno, exploración y nutrición inteligente Young mother enjoy day in nature park with twin sons blowing soap bubbles - Family, mother and child love

NIDO® Kinder® 1+: nutrición especializada sin azúcar añadida para días que rompen la rutina

En vacaciones surge un desafío frecuente: mantener la alimentación equilibrada cuando el ritmo familiar cambia. Precisamente en esos periodos, un complemento diseñado para esta etapa puede convertirse en un aliado práctico y confiable.

NIDO® Kinder® 1+ está formulado para niños a partir del primer año. Su sabor proviene únicamente de la lactosa, el azúcar natural de la leche. No incluye azúcares añadidos y contiene 1 billón de probióticos, un aporte que acompaña la función digestiva y forma parte del soporte diario que necesitan.

Este alimento lácteo ayuda a completar proteínas, grasas y micronutrientes fundamentales, elementos cuya cantidad adecuada sostiene la energía, el desarrollo y la capacidad de respuesta del organismo infantil.

Invierno, exploración y nutrición inteligente

Las vacaciones abren espacio para el juego y la convivencia. También ponen sobre la mesa una realidad: cada jornada, incluso las más festivas, define el bienestar de los pequeños. Cuando la nutrición se acompaña con decisiones informadas, en la temporada los niños pueden ser alimentados con una base sólida para su crecimiento.

NIDO® Kinder® 1+ se integra a ese propósito con naturalidad —como un gesto diario que respalda el desarrollo infantil cuando la vida familiar adopta un ritmo distinto.

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