Sólo las que han vivido en pueblos, ciudades pequeñas y barrios conocen la dinámica: comprar tratamientos como el del famoso Leche Pal Pelo, los de embriones de pato de Lehit, el sobre de matizante verde o morado que a uno, en el intento de quedar con rubio o platinado, le quedaba el pelo más bien como el de Bulma y Trunks de Dragón Ball Z, comprar el champú de cebolla ( luego de comprobar en época de pandemia que picarle cebolla al champú la dejaba oliendo a guiso a una todo el día y que no servía para nada).
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En fin: tantos trucos que en la era digital se amplificaron, así como la oferta de productos y la especialización de las tendencias, más enfocadas en el cuidado.
Aunado a eso, demandas del cliente que en pospandemia quiere probar los productos. Es así como estas marcas que llevaban años en la recordación popular colombiana se transformaron ante alternativas que comenzaron a tomar fuerza en los últimos años y que hoy son un referente entre las consumidoras digitales, como Trendy, Sense, Atenea, Lina Toro Cosmetics, Anyeluz y Montoc , entre otras.
De ese modo, las marcas tradicionales colombianas han dado un vuelvo tal que, en 23 ediciones de la Feria de Belleza y Salud han podido evolucionar en sus narrativas al punto de consolidar al país como el quinto exportador de productos de belleza en Latinoamérica.
“ Esta es la plataforma más importante, no solamente para las empresas digamos reconocidas mundialmente, sino ha sido un semillero de pequeñas empresas que hoy son grandes productores colombianos y que están presentes en más de 15 países a nivel internacional. Así que ese ha sido como nuestro orgullo, el permitirles a estas marcas crecer, potenciar y llevar sus productos para allá. Entre las novedades estamos enfocados en los contenidos, con expertos que nos pueden informar de las tendencias que se dan acá. Lo importante es crear experiencias donde a la gente le gusta venir, probar los productos. Y para mí es un orgullo tener marcas que han crecido acá en la feria y son exportadoras”, le dijo a NUEVA MUJER Marcela Sánchez, jefe de proyecto Belleza y Salud de CORFERIAS.
Ahora bien, la feria se divide entre marcas que han comenzado a enfocarse en el cuidado desde la era digital, por supuesto, y las que han crecido de mano del consumidor colombiano con nuevo rebranding.
De la tienda del barrio a la feria de belleza más grande del país
Varias marcas colombianas de siempre han tomado otras narrativas de marca para una competencia que se ha incrementado en los últimos años.
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Ligne D’ Or, por ejemplo, ha estado por años en el mercado y con su rebranding, no solo ha tomado el mercado de esmaltes de uñas, maquillaje y productos capilares: también lanza su bloqueador con nuevas fórmulas a precios accesibles. También destacan sus tintas multifuncionales.
Otra marca muy conocida también es Laboratorios Lissia, especializada en productos para cuidado del cabello y que ya tiene un amplio portafolio en sus 35 años en el mercado. El champú cola de caballo, entre otros tratamientos, han sido famosos popularmente en el mercado. La cebolla, el ajo y la biotina, tan populares en redes sociales, son también destacados en sus productos.
Además, han lanzado su propia línea de maquillaje. “Nos vamos a la mujer de casa”, le explica a NUEVA MUJER su vocera. “Y estamos dando activos como la caléndula en nuestros productos. No solo es maquillaje, sino skincare”.
Ahora bien, Lehit Cosméticos tambien tiene más de 32 años, pero ha cambiado totalmente su imagen de marca. Comenzó a ser conocida por sus mascarillas faciales, y han ampliado el rango hacia las faciales.
Su nuevo lanzamiento se llama Bombaplex, enriquecido con el extracto de sangre de dragón, ácido hialurónico, entre otros componentes. La marca ahora se enfoca en el relato científico y en mostrarse como un laboratorio que se enfoca en investigaciones e innovaciones para la belleza de las colombianas.
“Tenemos productos de una calidad especial, con ingredientes naturales y así nuestros consumidores nos reconocen en nuestra eficacia. Ahora estamos en muchas plataformas y es una marca que se ha extendido en lo facial para potencializar ese mercado, y lo hacemos continuamente con mejoramiento en un mercado que crece. Es un estudio permanente”, explica Maria Fernanda Padilla, su ejecutiva de grandes superficies.
Cuidado funcional e influencia internacional
Poción, de Cali, es una de las marcas más reconocidas y populares por sus productos especializados en la reparación de todo tipo de cabello, y siempre traen un concepto innovador y accesible (esta vez inspirados en la temática alien) para sus clientas virales.
Anyeluz, que se hizo popular en redes desde Medellín, por su parte, inaugura su maquillaje, ya en e-commerce, y sus perfumes, complementando su catálogo de productos capilares y su famoso champú de cebolla.
Por otro lado, Dabalash, con diez años en la feria, ha sido famosa por su producto para hacer crecer cejas y pestañas. Ahora bien, es innegable la influencia brasileña en cuanto a los avances tecnológicos, por lo que Amazónica Beleza, aparte de toda su refinada línea y especialidades, también lanza la keratina en casa. Y, por su parte, el mercado polaco, que hace veinte años impactaba con marcas como Dr. Irena Eris, vuelve al país con productos especializados en el cuidado de la piel.
Herramientas y productos para todos los gustos
Marcas como Latina o RUMI (donde se encuentran tonos mate en varios colores), muestran que la oferta colombiana de uñas va más allá de las marcas conocidas. Y de hecho, están alineadas con las tendencias de maximalismo que han sido tan populares en estos últimos años. La feria también ofrece varias marcas que venden herramientas para manicuristas, así como peluqueros, que por ejemplo, con BabyLiss, entre otras marcas, pueden encontrar variedad de oferta.
Colombia, de esta manera, se consolida sí, como el “país de la belleza”. Uno que crece en marcas accesibles, con rebranding y que dan una oferta amplia que ya conquista al mundo.