Colombia

¿Cuánto le cuesta a un colombiano promedio tener un Volvo como el de Claudia Bahamón?

Con un carro como el que promociona la presentadora quizás comerían seis familias promedio en Colombia y por ahí pasó.

Esto es lo que cuesta un auto Volvo como el que promociona Claudia Bahamón
Esto es lo que cuesta un auto Volvo como el que promociona Claudia Bahamón (RCN/ Volvo)

Claudia Bahamón está siendo blanco de memes por promocionar los autos de la marca sueca Volvo a costa de la muerte de su padre. Por eso ha sido blanco de ingeniosos- pero bastante crueles- comentarios y memes sobre lo que dijo. Pero, a todas estas, ¿cuánto puede costar un carro de esos?

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Antes de que usted diga “voy a dar una vuelta y ya vuelvo”, Volvo es una marca de lujo, sí, pero es porque tiene desarrollos en diseño y sostenibilidad que no tienen otras marcas que son mera estética.

Igualmente, tienen funciones que básicamente ayudarían al conductor más torpe que conozca en una tarea tan básica como guiarse, ver su espacio y hasta responder sus llamadas.

Es por eso que sus autos, que tienen lo último en diseño y uso de energía (algunos modelos no consumen gasolina tradicional, son híbridos) y sus materiales también obedecen a procesos de economía circular.

“Ya, a lo que vinimos”, se estará diciendo hasta acá. Se lo ponemos así: los precios van desde los 200 hasta los más de 400 millones de pesos colombianos si hablamos de camionetas.

De hecho, usted puede entrar a la página de Volvo y encuentra modelos totalmente eléctricos como el EX30 o híbridos enchufables que cuestan 365 millones de pesos.

Pero básicamente se manejan solos y le ayudan a conductores que tienen microsueños, que fue lo que le pasó al padre de la presentadora. Entre otras funciones. Esto, por su alerta de tráfico cruzado.

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“Uy, pero con qué se hacen los carros Volvo de Claudia Bahamón, ¿con piel de oso panda?”

Lo que menos tendría un carro de esos precisamente sería piel de panda, sangre de unicornio ni pelos de la Santa Madre Laura para que cueste todo eso. Volvo tiene como misión cuidar el planeta.

Puede leer: Volvo: el auto evoluciona como accesorio de moda

Para ser sinceros: en una industria como la automotriz ser sostenible, o sea, cuidar el planeta y tener procesos industriales menos contaminantes (bueno, en cualquier industria), pues bueno, eso cuesta.

Pero vale la pena.

Por ejemplo, el año pasado la marca lanzó en Latinoamérica el C40 Recharge, un carro totalmente eléctrico que cuesta 290 millones de pesos. Combina el minimalismo del diseño escandinavo, ya que se inspira en sus líneas simples.

También esta inspiración se ve en su sobrio y sofisticado diseño interior, donde priman el confort y la funcionalidad.

Además, su techo negro, que filtra la luz natural, también refleja ese contacto único con la naturaleza que han integrado los escandinavos en sus líneas de diseño y que los ha hecho tan apetecibles (si hablamos de conceptos) en los últimos años.

Todo esto, complementado con cinco radios con corte de diamante y superficies contrastantes de aluminio pulido en bruto y pintura negra brillante, le dan aura de lujo a este auto eléctrico, que incluso tiene detalles que reproducen los mapas topográficos inspirados en el Parque Nacional Abisko, en el norte de Suecia.

Adicional, la marca ha lanzado un nuevo color, el Fjord Blue, inspirado precisamente en su fenómeno geológico más famoso, los glaciares.

Por otro lado, los materiales son totalmente sostenibles. Por ejemplo, el techo panorámico de vidrio oscuro fijo laminado de alta tecnología con revestimiento IR, optimiza la comodidad en todas las condiciones climáticas, ayudando a reducir el ruido externo, minimiza la entrada de luz hasta en un 95%, ofrece una protección UV del 99,5% y bloquea alrededor del 80% de la radiación de calor del sol.

Nada se hace con cuero. Todo el interior, dígase volante, tapicería y palanca de cambios, tienen un material sostenible y las alfombras, a su vez, están hechas de botellas PET recicladas. Asimismo, la decoración Topography está hecha de plásticos reciclados.

Quizás por eso son tan caros. Y a pesar de lo que le digan a Claudia Bahamón (así se malentienda) harta razón tiene en hablar de estos autos como una ayuda para conductores en la situación de su padre.

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