Mugler pasó a la historia de la moda por marcar de manera contundente las partes que evocaban feminidad a través de la silueta. Su trabajo reafirmó la estética drag desde los años 80 y en este siglo, Casey Cadwallader, su director creativo, decidió ampliar esto a la diversidad corporal que representa el futuro de la moda.
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Y esto se vio, al menos en la campaña y en la página web (habría sido verdaderamente revolucionario hacerlo en retail físico) de la campaña con el gigante sueco H&M, que ha sido un referente en cuanto a tener grandes colaboraciones, llevando de esta manera diseños exclusivos y que son considerados de élite, o para quienes pueden costear prendas y accesorios de más de US$1.000, a quienes no se pueden permitirse pagar altas sumas de dinero por una pieza de diseñador, y democratizando el acceso a las casas de lujo dándoles una muestra de sus trabajos.
Sabiendo esto, más la nueva dirección creativa de Mugler y las siluetas Y2K que hipersexualizan el cuerpo de manera edgy, o crean cuerpos poderosos a través de sus contundentes abrigos de archivo, el hype en Colombia, así como en Latinoamérica, era grande. En la preventa se vio la avidez por adquirir uno de los históricos de Mugler, en dos millones de pesos, o las licras sinuosas y provocativas de hasta 300 mil pesos.
Y cómo no: las experimentaciones del denim con telas transparentes y cutouts (los hay en todo) con chaquetas desde 900 mil pesos y piezas en ese promedio.
Se diría que H&M ha sabido capitalizar muy bien el deseo de los amantes de la moda en Colombia y ha sabido cómo dirigir su aspiración. Todo se vendió de inmediato, mostrando así que a pesar de más de 10 años con el fast fashion en el país, la avidez de moda global a precios si no accesibles sí económicos para la marca con la que se colabora, se mantienen.
H&M ha democratizado la alta costura creando piezas únicas e irrepetibles junto a nombres y marcas como Isabel Marant, Marni, Lagerfeld, Versace, Stella McCartney, Madonna, Viktor & Rolf, Roberto Cavalli, Balmain, Margiela, Jimmy Choo, Mathew Williamson, Iris Apfel, Rihanna, Kenzo, Erdem, Moschino o Nicki Minaj.
El dios Mugler está en los detalles
Igualmente, la colección que ya se encuentra disponible en la página web y en la tienda del centro comercial Parque La Colina, y sin lugar a duda continúa experimentando con las tendencias que se han visto en los últimos años, como la inclusión de corsés, bodies, y pieza ultra ajustadas.
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Asimismo, no se pueden dejar a un lado los accesorios: chokers, aretes y collares que hacen referencia a las clásicas formas y estructuras de la importante marca de alta gama. Todas, statement. Esta línea estética no está hecha para las clean girls de sudadera blanca y cadenitas tiernas.
Cabe resaltar que es la primera vez en la historia que H&M incluye prendas plus size (más allá de la talla XL) En una colección de esta magnitud, y esto se debe a que Casey Cadwallader es un abanderado de inclusión corporal, y se crearon prendas pensadas para todo tipo de cuerpos. Se espera más apertura de la marca y otras en este aspecto: ahora bien, es un avance ver a modelos como Paloma Elsesser con un vestido ajustadísimo, y que esto al menos se haya podido adquirir.
Claramente, ya hay hasta difusión de los géneros. Los hombres LGBTIQ+, más audaces en sus looks que las mujeres colombianas, también pueden crear visiones que obedecen a esa excentricidad contundente de Mugler que es el futuro de la moda. Y así debería ser incluso en imágenes editoriales en Latinoamérica misma.
Así, Mugler le propone a la marca sueca el continuar impulsado esta forma de abarcar los tallajes para sus consumidores. Agregándole a esto, el factor de ser una colección limitada pone a los mayores entusiastas de la moda a hacer lo posible y lo que este en sus manos para poder hacerse con una de estas exclusivas piezas.
