Colombia

Del topless a Tommy Lee al poderío de Joe Elliott: así fue el concierto de Def Leppard y Mötley Crue en Bogotá

Ambos titanes del rock dieron todo lo que prometieron y más. Y por supuesto: cada uno con su estilo, se adueñó de Bogotá.

Def Leppard durante su presentación en el Parque Simón Bolívar de Bogotá
Def Leppard durante su presentación en el Parque Simón Bolívar de Bogotá (Juan Pino)

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Mötley Crüe y Def Leppard, tanto como por historia, por sonido, por imaginario, y por su show en vivo están en las antípodas la una de la otra, pero en su presentación en Bogotá este histórico 25 de febrero (mucho se esperó por ambas bandas, entre veinte y cuarenta años aproximadamente) mostraron por qué unidas hacen la fuerza y por qué son un excelente complemento entre sí en una noche histórica para el rock colombiano.

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Def Leppard: el poder de la sencillez envuelta en consistencia musical

Luego de un susto por una disnea respiratoria debida al efecto de la altura bogotana (de la que Axl Rose también se quejó el año pasado)- y luego de una emotiva presentación de apertura de Kraken con una titánica Roxana Restrepo, que logra transmitir toda la belleza de una banda que es ícono latinoamericano- Joe Elliott saludó al público con la energía de siempre, como si nada hubiese pasado.

La banda comenzó con ‘Take What You Want’ de su nuevo álbum ‘Diamond Star Halos’, para intercalarla con otros de sus grandes clásicos, ‘Let’s Get Rocked’, ‘Animal’ y ‘Foolin’, donde se mostró su precisión milimétrica, su enorme energía sostenida por puro talento y dedicación a su arte.

La consistencia y dinamismo de Rick Savage, la potencia de Rick Allen, el virtuosismo de Phil Collen, la solidez de Vivian Campbell y por supuesto, el monstruoso manejo de escenario de Joe Elliott, que con sola voz y presencia encandiló a los miles de colombianos que corearon al paroxismo los himnos de siempre y la nueva propuesta de la banda.

Con mucha clase - como siempre- Elliott dio gracias al personal de la Clínica Marly por salvar su vida y excusó la altura por lo que había pasado. Habló de cómo la pandemia no les permitió hacer nueva música y siempre introdujo cada canción nueva y clásica de manera breve y brillante.

‘Love Bites’ dio emotividad, ‘Promises’, emoción, y luego de presentar ‘Rocket’, una sucesión de clásicos y nuevas canciones, Def Leppard puso a bailar, cantar y a corear a Bogotá con ‘Hysteria’, ‘Pour Some Sugar on Me’ (en un tono más edgy y un poquito más bajo que el single original, pero sin restarle un ápice de su dinamismo), ‘Rock of Ages’ y ‘Photograph’, donde en el montaje se vieron fotos de su historia como banda y de los fans bogotanos que los acompañaron en esta cita, reconociendo y agradeciendo su presencia. Incluso mostraron una bandera de Bogotá con el nombre de la banda incluida.

De esta manera, Def Leppard fue absolutamente impecable en un encuentro que mostró por qué siguen siendo una de las bandas más brillantes e importantes del mundo y por qué el sólo talento se sostiene por sí mismo.

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Y, claramente, tras bambalinas, estaban sus contemporáneos y opuestos: los edgy Mötley Crüe, que no han perdido ni un pedazo de su arrojo, locura y transgresión, y cerraron una noche perfecta.

Mötley Crüe: ‘Is the same Old Situation’ adaptada al siglo XXI

Mötley Crüe durante su presentación en el Parque Simón Bolívar de Bogotá
Mötley Crüe durante su presentación en el Parque Simón Bolívar de Bogotá Mötley Crüe durante su presentación en el Parque Simón Bolívar de Bogotá (Juan Pablo Pino)

En la película de Netflix ‘The Dirt’, que es la biografía cinematográfica de la banda, Nikki Sixx decía que afuera había una guerra y por eso había que “darles a esos niños algo que jamás hubiesen visto”, cuando hablaba de la conceptualización de la agrupación. La pirotecnia, los efectos especiales, el maquillaje, la estética raw y barroca que hicieron tan única a Mötley Crüe siguen existiendo en esta época - y de qué manera- en su show en vivo.

Con muy atractivas coristas y bailarinas, con un escenario que recuerda los de sus giras hace cuarenta años y con un Paganini en la guitarra eléctrica como John 5 (que llevó a los bogotanos al cielo con su nivel de improvisación fuera de este mundo), la banda original llegó con toda su locura, energía en el escenario y con los grandes hits que le debían al público colombiano desde hace mucho tiempo.

Así, con una factura visual que mezclaba referencias contemporáneas con las ‘satánicas’ que hicieron al grupo tan escandaloso para los papitos y mamitas de los años 80, se pudo ver la exuberancia desbordada de Tommy Lee, el impulso inagotable y liderato de Nikki Sixx, y por supuesto, la voz característica de Vince Neil, que si bien ya no se mueve como antes (ni canta como antes), pudo adaptarse a los cambios hechos en clásicos como ‘Wild Side’ (su canción de apertura) ‘Shout at the Devil’, ‘Live Wire’, ‘Looks That Kill’ y un intermedio punk - irónico en una banda que nació oponiéndose a todo este movimiento- con canciones como ‘Anarchy in the UK’ de los Sex Pistols y ‘Blitzkrieg Pop’, de los Ramones, entre otras.

De igual modo, Mötley sabe cómo interactuar, de varias maneras, con los fans y en Bogotá comenzaron a acercarse tocando la canción de su biopic de Netflix, ‘The Dirt’, con imágenes de la película que los acercó a la generación actual. Por su parte, Nikki Sixx ondeó la bandera nacional y también subió a una afortunada fan al escenario para tomarse una foto con ella, pero indudablemente -y cómo no- el que se robó el show fue Tommy Lee: tuvo un bello detalle con Taylor Hawkins al poner su rostro en su batería.

Asimismo, Lee saludó en su clásico estilo a los fans y habló de Bogotá como capital del busto (‘Bogotities’), al ver a las mujeres capitalinas haciendo honor a un clásico de los shows de la banda: varias le hicieron topless. Esto, al él pedirles que lo hicieran.

Sin embargo, luego de ganarse al público con las risas, se ganó su corazón, ya que luego de esto, comenzó a tocar el piano en un momento muy emotivo, con la clásica balada ‘Home Sweet Home’, que se coreó el Simón Bolívar al entero.

Y, al final estuvo lo mejor: banda más alocada jamás vista (pero ya con movimientos más estudiados y sólo en escenario), culminó su única presentación en Colombia con clásicos como ‘Dr. Feelgood’, ‘Same Ol Situation’, ‘Girls, Girls, Girls’ (con un montaje increíble de figuras escultóricas) y ‘Kickstart My Heart’, culminando así una cita en la que el rock en Bogotá quedó más que compensado en una noche inolvidable, histórica, y contrastante que reunió a varias generaciones.

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