A pesar de que Alberto Linero ya conocía a María Alcira Matallana a través de unos amigos, éste no se atrevía a conquistarla porque además de estar ejerciendo su cargo religioso ella estaba casada.
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Sin embargo, el destino se encargó de ponerlos en el mismo camino unos años más tarde. Y ese fue el momento perfecto para que él una vez que ya había renunciado a la iglesia, pudiera dedicarle tiempo a esas primeras veces en su vida, pues si a algo no estaba acostumbrado era a coquetearle a nadie ni mucho menos era capaz de tener intimidad con una mujer que le atraía tanto como la experta en marketing digital.
Y es que Linero recordó que una vez que realizó sus primeras salidas con su ahora esposa, no dudó en darle gracias a Dios por esta nueva oportunidad de vida que mantuvo muy en secreto, porque no quiso que lo presionaran o cuestionaran ni mucho menos que la culparan a ella de ser la “culpable” de su renuncia al sacerdocio.
Alberto Linero confesó parte de su historia de amor
Por el contrario, según reveló Alberto Linero, una de las principales razones por la que dejó atrás su profesión es porque quería dejar de sentirse agobiado por la soledad y quería experimentar una vida normal, cotidiana y en la que el amor a Dios y al prójimo nunca podía faltar. “Todo fue difícil. No fue fácil dejar el ministerio presbiteral que había ejercido por 25 años. Mi decisión es fruto de un proceso de oración y de un diálogo con Dios, lo tengo claro en mi corazón...Yo creo que uno tiene que decidir en favor de uno siempre. En ese momento no había nadie. Si hubiera habido una persona yo la hubiera mostrado, no soy morrongo, no escondo cosas”, expresó en 2021 en el programa La Red.
Luego de ello, él se dedicó a experimentar las primeras veces de todo, pero se mantuvo muy bajo perfil, pues María Alcira ya había sufrido una decepción amorosa tras un doloroso divorcio. “Todas esas primeras veces fueron extraordinarias, yo lo tengo que asegurar. Fueron mis primeras veces de muchas cosas, que va desde poder caminar por las calles, agarrarle la mano hasta tener sexo con ella. Fueron partecitas de cielo”, añadió Linero en el programa de espectáculos.
Pero, ahora que ya ambos se dieron el “Sí, acepto”, el exsacerdote recuerda con alegría cada momento que ha vivido con esta mujer que además lo ha apoyado muchos en su carrera y presencia en las redes, pues ella es una experta en el área y también ha sabido comprender la aventura que le ha tocado vivir desde que dejó atrás lo que era su vocación religiosa por la que fue duramente criticado, pero hoy más que nunca le celebran que se haya dado la oportunidad de estar más de cerca con Dios y sus regalos.
