Colombia

Tostao: “La afrocolombianidad por fin hace parte de la canasta familiar”

‘La Luz’ es la canción con la que el artista y los Dioses del Ritmo muestran a un Chocó poderoso y contrastante.

La Luz hace parte del primer proyecto en solitario de Tostao

En un momento históricamente determinante donde las otredades en Colombia están tomando su propio poder y visibilidad, nada más oportuno como lanzar la canción ‘La Luz’, que habla de cómo desde la carencia se crean relatos de felicidad, goce, resiliencia y una identidad genuina.

Este es el primer proyecto solista de Tostao, quien junto con Los Dioses del Ritmo representan a la iniciativa  de USAID y  ACDI/VOCA llamado Juntanza Étnica, que ontiene 10 procesos organizativos del pueblo afro e indígena donde se fortalece su cultura, sostenibilidad y sociedad desde sus procesos propios.

PUBLIMETRO habló con los artistas sobre el impacto social y cultural de esta canción que hace parte justamente del álbum “Exótico pal mundo”, primer álbum solista de Tostao y que se lanza justamente cuando la afrocolombianidad toma fuerza en su vocería de país.

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Los blancos siempre se han referido a lo “exótico” como una manera de clasificar la otredad de una manera reduccionista. ¿Cómo se apropian ustedes de esto?

Los Dioses del Ritmo (LDR): después de que la expresión exótica luego de la colonia se refiera a lo no comprendido, vale la pena hacer este paralelo: la palabra “nigger” en Estados Unidos era despectiva y ahora es motivo de orgullo. Es interesante la pregunta porque decimos que esto ya es propio.

Tostao (T): Esto vino como una burla, pero ya es lo expresado y hecho acá y está también elaborado para conquistar nuevos corazones todos los días. Es un sonido que tiene una carga viral, que fluye, que conecta con muchísima gente. Así, estamos encantados de levantarnos todos los días y decirle al mundo que este es un ritmo para ellos.

Estamos en un momento histórico vital, donde lo afro se erige poderosamente en la cultura colombiana. Estamos aprendiendo incluso de conceptos como el ‘vivir sabroso’. ¿Cómo ven la relevancia de ‘La Luz’ en este panorama?

LDR:  esto rompe estigmas: el que tenía miedo ya no lo va a tener y seguimos empujando esa puerta. Mostramos que que somos una cultura demasiado importante a nivel musical. A nivel cultural. Y obviamente, con ‘Exótico pal mundo’ se hace más libre esa manera de expresarnos, bailar, cantar y decir que “aquí estamos” como afrocolombianos. Y que este  abiertamente le llegue cualquier otra cultura, a que lo transmita, baile, que lo sienta cualquier otra persona. Y también invita a no encerrarnos: que como somos nosotros los que hacemos esta música , solo es permitido que nosotros nos expresemos así. Y no es así.

También es bello que Chocó cambia en ‘La Luz’  a través de estos imaginarios tan blancos, paternalistas y racistas que hemos tenido por dos siglos.

LDR: Una de las cosas más lindas que tenemos es nuestra posición geográfica. Tenemos dos costas y luego viene la biodiversidad. La selva que tenemos, madera río. Y ahora lo cultural, con la música, la poesía, vestimenta, pintura, etc. Falta que se masifique más de lo que hay en el Chocó. Y por eso hacemos esta juntanza étnica, para mostrar precisamente cómo se ha ido más allá de estos imaginarios, porque los reales son felicidad, música y ritmo exótico para el mundo.

T: me parece fascinante cuando vemos que hacemos un aporte desde nuestra cultura, geografía, que es paradójico, porque esta también es la causa del conflicto. Como artistas tenemos una función de transformar, inspirar. He sacado muchísimo de mi región y siempre digo que estoy orgulloso de ella y que de donde vengo, vienen más.

Y también así, trato de visibilizarlos. Estamos entonces haciendo una apuesta estética, artística que toque muchos corazones para que este proyecto artístico crezca cada vez más y para que pongamos a todo el mundo a vacilar con nuestro son.

En cuanto a la apuesta estética, es increíble la expresividad del chocoano en su apariencia. ¿De dónde viene?

LDR: Esto es la influencia urbana, hablamos del bajo mundo, de lo underground, que eso es en parte lo que representamos. Y somos muy influenciados por la cultura americana negra.  Toda esta influencia llega a la vestimenta. Somos fanáticos del hip hop, entonces realmente también llevamos ese mensaje al vestuario, ya que los “morochos” de Colombia tenemos nuestra propia forma de expresarnos, de ser y nuestra propia personalidad.

T: imagina adaptar todo esto desde lo rural. Y a veces desde la carencia, hay que decirlo abiertamente. Cómo con lo poco que puedas tener estás saliendo y estás representando con tu forma de vestir y lo estás haciendo con toda la imponencia y como dice Alexis en en Ritmo Violento, “Si así llegamos amarrados, con tremendo tumbao, imagina que en el barco nos hubieran soltado”.

Llegamos amarrados aquí y ya nos estamos recuperando 500 años después. Tenemos una vicepresidenta afro. En todo nos estamos metiendo.

Igualmente, siento que es un tema que refleja la realidad de todas las Colombias que hay en este país. ¿Lo creen así?

T: efectivamente, la canción las refleja. Esto refleja la realidad de América Latina. Porque para nadie es un secreto que esto es un resultado de la política electoral mal usada. Hablo de los votos. Hay un uso muy regular sobre todo este tema: se trata de gobernar para la gente pobre y en vez de echarle un cuento les dan una cuota.

Entonces me enfoqué en un ritmo que pusiera a gozar, claro, para que la gente dijera “tan bonito”, pero que a pesar de lo que se cuenta, el mensaje fuese esperanzador para hacer que esto cambie. No nos podemos quedar en la crítica. Y lo siento también como una continuación de ‘De donde vengo yo’.

En Colombiamoda vimos a Diego Guarnizo con su colección honrando a las mujeres afro de Buenaventura. Tenemos un festival como el Petronio. Tenemos una vice afro. ¿Qué refleja este momento para ustedes?

T: es una bofetada hacia la gente que Colombia cree que debe ser de otra manera. Todo obedece a un lenguaje que viene desde la inclusión y desde el orgullo y que obedece a una transformación cultural que viene desde la cotidianidad. Es un despertar para la gente que cree que Colombia se hizo en una noche.

Un gran debate, que se ve cada año en el Petronio, es por qué la gente blanca ‘se disfraza de afro’ o consume su cultura y se la apropia. ¿Cómo interpretan la apropiación?

T: la apropiación es cuando vienes, aprendes y te vas. Pero si estamos en una creación colectiva, yo no la siento como tal. Y es difícil decir qué es apropiación cuando cada proceso es distinto. Y la gente hasta se queja de por qué usan los turbantes. Yo no veo problema: los vende nuestra gente.

Yo pongo en términos de que la cultura de la afrocolombianidad se está haciendo parte de la canasta familiar. Y de esa manera es lo que uno quiere. Quiere que sea sostenible. Venimos de un país que antes veía esto con malos ojos.

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