Y así como en Estados Unidos con Simon Léviev, el “Estafador de Tinder”, en Colombia también hubo varias estafadas por matches en plataformas de redes sociales.
En “Séptimo Día” varias mujeres contaron haber sido estafadas por dos hombres que conocieron en redes sociales, donde las enamoraron y luego les pidieron dinero prestado que nunca devolvieron.
Y aunque los dos tipos no tengan nada en común, el modus operandi y el resultado, es el mismo.
De hecho, arrendaban y nunca pagaban y ambos están en libertad.
Uno de ellos es Jack Becker, nacido en Tabio, pero con acento español. Él enamoró a Yamile en Facebook Parejas. Le dio un número internacional en WhatsApp y se hizo pasar por interesante y culto. Y luego de 15 días empezó una relación con él.
Este comenzó a decirle que debía salir del país y le pidió cinco millones. Ella le prestó tres. Que no eran suyos, por supuesto. Pero, cuando volvió, arreciaron las excusas.
“Dijo que no tenía efectivo para consignarme entonces me manda un pantallazo de una transferencia de 1.1000 dólares que supuestamente hizo a mi cuenta”, dijo ella. Y aún así le prestó más plata: 1′200 mil pesos. Confiada en que le iba a pagar todo. No pasó
Ella le pidió todo en efectivo y él dijo que “hablaría con su banco”. También le sacaba excusas para no verla.
Así es que investigó y se dio cuenta de que estafaba a más mujeres, como Cristina Hurtado. Ella solo le dio 300 mil pesos. En una de sus salidas se dio cuenta que no era viudo, por que la hija del hombre le dijo que hablaba todos los días con su madre.
Pero no solo se llamaba Jack, sino también Hans Collins. De ese hombre se enamoró Beatriz, que hasta se mudó a Bogotá creyendo que se casaba. Y ahí le dio tres millones de pesos. Sobra decir que ni el dinero ni él volvieron a ser vistos por la víctima.
Ahora bien, al Séptimo Día contactarlo en Cota, el tipo no dio explicaciones y huyó en su moto.
Estafador de Tinder versión Medellín
Yovany Anchique Cardozo sí se contactó con sus víctimas por Tinder y se contactó con Sanda, empresaria de moda. Ella le prestó un millón de pesos que para montar una app. Hasta le vendió acciones y ella lo presentaba como su novio oficial.
A tanto llegó la confianza, que dejó que a ella le consignaran 20 millones en la cuenta de él. Bueno, tenían más de un año de relación. Pero Sandra se dio cuenta de que estaba con otra mujer, una modelo llamada Daniela. Se dio cuenta porque ella compartió un viaje con él a Cartagena.
De todos modos... pues siguió todo y ella le dio 60 millones de pesos (y él siguió con Daniela). Y todo terminó por maltrato físico y psicológico. Pero otra empresaria cayó también, Marcela Cañas, que le dio 10 millones. También lo descubrió siendo infiel a los siete meses.
Mismo modus operandi, pero él no le quiso devolver el dinero. Por eso tuvo que acudir a las vías legales. Ahora bien, también el acusado estafador dijo que todo lo que dijera lo haría por vías legales, aunque es difícil comprobar el delito de estafa, tal y como narró Séptimo Día.