Colombia

Mavicure, un paraíso colombiano

Un lugar mágico en el corazón de la selva.*

Amantes de la aventura y la naturaleza: este destino es para ustedes. Los cerros de Mavicure son parte de la formación del Escudo Guayanés, ubicados al suroriente del país. Como dato curioso, podemos decir que esta formación geográfica está compuesta de algunas de las rocas más antiguas del planeta.

Estos hermosos cerros están ubicados junto al río Inírida. Además del Mavicure, los visitantes también pueden apreciar el Cerro El Pajarito y El Mono.

Si crees este lugar no es seguro, estás equivocada. Ahora  Inírida goza de mucha paz y tranquilidad desde hace bastantes años. De esta manera, los colombianos y extranjeros ya pueden disfrutar de estas maravillas.

Para llegar a este hermoso paraíso debes viajar en avión a Guainía desde Bogotá y allí tomar una lancha que te lleva a los Cerros de Mavicure.

Una vez allí, relájate: desde hace un par de años, los visitantes pueden encontrar buenas opciones de hospedaje y restaurantes. Las comunidades indígenas del Remanso y Venado prestan este servicio. Así, no solo se disfruta el paisaje a muy buen precio, sino que además es posible conocer de primera mano las tradiciones locales.

En estas comunidades conviven las etnias indígenas de Puinave, Curripanco y Cubeo. Ellos tienen guías turísticas que te acompañarán a subir el cerro de Mavicure.  En este majestuoso lugar podrás apreciar el imponente paisaje amazónico. Además, podrás identificar la flora y fauna endémica.

Además, para coronar una larga, pero gratificante caminata, podrás disfrutar de un baño relajante en el caño San Joaquín, donde el agua es de color rojo gracias al color de las tierras que se encuentran en su lecho.

La historia del lugar, de por sí es fascinante: según el guía Jeison Acevedo Martínez (indígena de la etnia Puinave que vive en la comunidad del Venado). Él nos contó cuál es la historia que gira en torno a Mavicure para que nos enamoráramos de su mística.

Según la mitología, el cerro Pájaro, Mono y Mavicure son tres hermanos huérfanos que se separaron debido a que uno de ellos no le gustaban las aves ni los monos. El hermano que asesinaba a las aves y a los monos era precisamente Mavicure, y por eso fue desterrado del lugar, razón por la cual se tuvo que marchar al otro lado del río.

La posibilidad de deleitarnos con un destino nuevo, con tanta historia y espectaculares paisajes, hacen de esta maravilla natural uno de los lugares obligados para quien desee conocer la selva colombiana más allá de la Amazonía.

Montañas, ríos, aire limpio, comida nacida en el fértil suelo de esta esquina del país son una invitación a respirar su paz y su historia. Así, muchos pueden recordar que a veces los tesoros más grandes son los que todavía no hemos terminado de descubrir.

*Este artículo está en la quinta edición de la revista Nueva Mujer Colombia

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