Colombia

Detrás de cámaras con Cristina Umaña

Hablamos con una de las caras más reconocidas de la televisión colombiana a propósito de su papel en Distrito Salvaje.*

La actriz nacida en Ibagué tiene una agenda apretada. Durante varios días, la buscamos para conseguir un espacio y poder hablar de su trayectoria actoral, su vida como madre y su papel más reciente como la implacable Daniela León en la serie colombiana de Netflix.

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Finalmente lo logramos, nos dan unos minutos. En vez de sonar apurada, al otro lado del teléfono nos recibe una voz cálida, amigable. Así es Cristina Umaña, quien a sus 44 años ha demostrado ser mucho más que “Paquita Gallego”, su famoso protagónico de  1997. Desde entonces, ha sido Judy Moncada en Narcos (2016) y Adelaida en ¿Dónde está Elisa? (2012), pero también fue Lorenza en Todos quieren con Marilyn (2004) y Amada, de Siete veces Amada (2002). Al final del día, sin embargo, Cristina es la mujer sonriente y delicada que nos saluda para esta entrevista.

Comenzamos hablando sobre Distrito Salvaje y el buen recibimiento que ha tenido. El personaje de Daniela León, una aguerrida fiscal que denuncia la corrupción del país, es uno de los más admirados por los seguidores de la serie. La buena hora de esta producción es una de las alegrías profesionales de Cristina. “Estoy feliz, porque es muy rico que cuando haces un trabajo sea valorado por la gente. El público siempre va a ser importante. Que a la gente le guste y se involucre con la historia y los personajes es un gran regalo. Creo que lo intuíamos un poco desde que grabamos esta segunda temporada”, dice.

«Lo más importante en la vida es ser y expresarse en lo que a uno más lo haga vibrar y sentirse bien. Lo demás llegará por añadidura»

Y aunque su amor por la serie no se puede negar, dice no parecerse mucho a Daniela León. Aun así, el personaje le llegó en un momento personal que le recordó lo terapéutica que puede ser su profesión. “No me parezco de ninguna forma a ella, pero como actriz siempre presto mi cuerpo y mi alma a los personajes. Creo que mi vida es completamente diferente a la de Daniela. Sin embargo, ciertos momentos de ella me ayudaron a mí personalmente a hacer catarsis de muchas cosas y eso creo que es de lo más valioso de ser actriz”.

Cristina, fuera de la pantalla

Ella en pantalla puede tener muchos nombres y personalidades, pero en casa es una sola. Allí procura mantener sus rituales “como Cristina”, aunque cuando llegan nuevos personajes les dedica una buena cantidad de tiempo y energía. “Hay un espacio para la creación, para informarme y buscar referencias e ir procesando el personaje por medio de la lectura y los ensayos”, cuenta. Así, va buscando un balance entre su trabajo y sus momentos personales. “Siempre hay un espacio para mis personajes y un espacio para mí, eso lo tengo como política de vida. Soy madre, además, y mi hijo [Baltazar, de 11 años] me exige mucho tiempo. Para mí es muy importante tener tiempo de calidad para él, entonces he aprendido a ser muy disciplinada con mis tiempos y mis tareas”, comenta.

Como madre, Cristina no se pone ninguna etiqueta. No se identifica como muy estricta, ni tampoco como muy consentidora: “soy una madre en trabajo de laboratorio permanente. No sé qué tipo de madre soy, trato de ser lo más coherente posible conmigo y con mi hijo, con lo que yo creo como ser humano que es importante transmitirle a él para guiarlo en este camino”.

¿Y cómo contarle a un niño que su madre es una de las actrices más famosas del país? Para esta mujer la manera es hacerle entender a su hijo que la fama es “una consecuencia” de lo que ella hace, ser actriz y actuar. “La fama no fue mi búsqueda, mi búsqueda fue ser actriz”, dice Cristina. La fama, para ella, es circunstancial, con todo lo bueno y lo malo que trae.  “Trato de explicarle esto, de decirle que la fama no es importante. Lo más importante en la vida es ser y expresarse en lo que a uno más  lo haga vibrar y sentirse bien, lo demás llegará por añadidura”, agrega.

Nos queda claro que Cristina no es de preocuparse de más por el futuro y que lo suyo es disfrutar sus proyectos actuales, su hijo y su presente. Pero aun así, esta mujer nos sigue el juego de imaginar una hipotética biografía suya dentro de algunos años, donde le gustaría que la recordaran como alguien “amable y amorosa con todo el mundo”, pero también como alguien “coherente y fiel” a su espíritu.

*Este artículo hace parte de la quinta edición de Nueva Mujer Colombia

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