La venezolana Oriana Marzoli no sólo se enfrasca en discusiones con sus compañeros de encierro en “Palabra de Honor”, sino que ahora comenzó a pelear con la Comandante Pía Arratia después de no estar de acuerdo con una instrucción.
PUBLICIDAD
Ella les ordenó a Marzoli y Gala Caldirola que continuaran sirviendo el rancho, lo que tomó por sorpresa a las amigas, quienes pensaban que el castigo se levantó el día de ayer. “Yo les dije cuando termine la semana”, aclaró la comandante, quien apartó la mirada ya que iba a comenzar a llorar.
Oriana irrumpió en llanto, y comenzó a reclamar: “¡No puedo más, se lo digo en serio, no puedo más! Esto es un abuso. La realidad es que usted nos ha castigado de forma injusta y desproporcionada por simplemente haber comentado una cosa mientras usted hablaba“.
“Ha estado juzgándonos y haciéndonos pagar una semana entera por haber dicho un comentario aquí”, añadió. Nos pudo haber mandado a dar tres vueltas y no a estar sirviendo, porque yo no soy la Cenicienta ni la ni la mucama de nadie. Me parece injusto y desproporcionado“, exclamó la venezolana.
La comandante le preguntó si es que había terminado de hablar, pero Oriana seguía despotricando. “¡Hasta aquí con la dinámica y el abuso de poder!“, reclamó.
La arremetida de la Comandante Arratia
Llegó el turno de responder de Arratia, quien defendió su postura ante las quejas de la chica reality. “Ya la escuché a usted. Mire, cuando usted estaba hablando con Caldirola, le recuerdo, yo le dije ‘Caldirola y Marzoli hoy día tienen que servir el rancho, ¿o no? Y si usted y usted no lo cumplen como corresponde van a tener que servir toda la semana'. ¿Y qué hicieron? No se cumplió“, les comunicó.
Marzoli la interrumpió, e ironizó con el desempeño de sus otros compañeros, quienes no recibieron una sanción. “Sabe qué, guarde silencio. Sabe qué, al resto cuando le he dicho lo ha hecho perfecto, el resto de los días”, argumentó la comandante.
PUBLICIDAD
Sin embargo, las quejas de la venezolana seguían, por lo que Arratia la mandó a callar, pero Oriana dijo que no lo haría. “No se victimice”, le dijo la comandante que fue respondido por un grito: “¡No me estoy victimizando! ¡Me parece injusto!“.
Estos gritos fueron la gota que rebalsó el vaso, y la comandante arremetió. “¡Yo no vengo acá para jugar con usted! ¡A su juego no voy a caer! ¡Guarde silencio!“, le gritó de vuelta e hizo una imitación de la venezolana cuando pelea con el resto de sus compañeros.
Sus amigas salieron a su defensa, y Daniela Requena tenía la mano levantada, por lo que le dieron la palabra. Ella señaló que no tenía problemas en ofrecerse para servir el rancho, y Cata Pulido la siguió.