
Macarena Vicuña siempre tuvo un lado creativo desarrollado, pero nunca pensó que esta veta la ayudaría a gestar «Grana», una iniciativa que se gestó el 2012 luego de su infructífera búsqueda en supermercados de un cereal que, además de ser sano y rico, aportara beneficios a la salud.
PUBLICIDAD
Más: «Ab crack»: la peligrosa moda para bajar de peso que es furor en la Web
Antes de ser mamá no conocía la diabetes ni tampoco le interesaba el área de la nutrición y alimentación saludable. Lo suyo era el arte, pero terminó creando algo que nunca se imaginó. Cuando su segundo hijo cumplió tres años comenzó a tener algunos síntomas que la extrañaron, sin embargo, no tenía antecedentes familiares que le dieran una pista de lo que podía estar sucediéndole. «Había entrado hace poco al jardín, andaba cansado y se quedaba dormido en cualquier parte. Lo llevé a la clínica y lo derivaron de inmediato a la UCI, sin decirme lo que estaba pasando… Fue muy angustiante». Su hijo estaba ad portas de un coma diabético. A partir de ese día tuvo que preocuparse rigurosamente de lo que comía. «Empecé a investigar de qué estaba compuesto lo que compraba, a leer etiquetas, a aprender todo un lenguaje y una terminología nueva para comprender no sólo lo que podía o no podía comer mi hijo, sino también lo que aporta cada alimento».
Más: Los 13 artículos más raros que puedes encargar a Asia
En una ocasión decidió recorrer todos los pasillos de un supermercado, comparando producto por producto. Su mayor decepción fue cuando llegó a los cereales y no encontró ninguno que pudiera consumir una persona con diabetes. «Los que no tenían azúcar traían mucho sodio, y no tenía sentido tratar de solucionar un problema con otro», señala. En una revista había leído sobre las propiedades que aportan semillas como la de zapallo y la maravilla, y comenzó a buscar formas para incluirlas en la dieta de su familia. «Eran demasiados los beneficios que estábamos desaprovechando; el problema es que los niños no aceptan un batido de linaza o de chía en la mañana… Pero si me dicen que un alimento es capaz de ayudar a mi hijo en su salud, soy capaz de recorrer el mundo buscándolo».
Con esa determinación dio un giro a la forma de comer en su casa. Además de eliminar para siempre productos que acostumbraba a comprar –como el jugo en polvo, los caldos concentrados para cocinar y las salsas de tomate– buscó las semillas con más beneficios, e hizo un mix con avena. «Mezclé 50% de avena y 50% de semillas, que incorporé de tal forma que una porción diaria de este cereal incluyera las cantidades adecuadas de semilla de zapallo, linaza, almendra, amapola, chía, sésamo, quínoa insuflada y maravilla. La idea era lograr que fuera atractivo, porque cuando la comida saludable es incomible, no sirve… Tiene que ser rico«.
Expansión inesperada
La primera vez que pasó por la mente de Macarena producir Grana comercialmente, fue cuando hizo una visita al médico. Había tenido a su tercer hijo y le contó a su doctora que estaba consumiendo este mix de semillas que le ayudaba a bajar de peso y mejorar la digestión, ya que cada porción contenía el 20% de fibra que el cuerpo necesita diariamente.
PUBLICIDAD
Ella quedó sorprendida por su iniciativa y le pidió algunas cajas para sus pacientes. «Esto era absolutamente familiar, no me di cuenta en lo que me estaba embarcando. A lo mejor si hubiera sabido en lo que me metía, no lo hubiera hecho. Lo único que sí tenía claro es que si me lanzaba, lo hacía en grande, ya que es un tremendo aporte y una solución para muchos», afirma.
Más: Niña grabó conversación para denunciar a su papá de abuso sexual
Los dos años siguientes se encargó de desarrollar el envase y buscar un nombre mientras sacaba los permisos necesarios para la venta. «Había estudiado Arte y luego Paisajismo, entonces siempre estuve ligada a la creatividad y al diseño. Todo lo que tuviera que ver con la imagen de marca era lo que más me entretenía desarrollar». En enero del 2015 lanzó formalmente Grana, y desde entonces se ha expandido a pasos agigantados, lo que ha obligado a Macarena a realizar algunos cambios para adaptarse al ritmo de producción de su empresa. «Antes trabajaba en mi casa, tomaba mi computador y me instalaba en cualquier espacio, pero me di cuenta que ya no podía seguir así cuando a mi hijo menor le preguntaron cómo se llamaba su mamá y dijo ‘Maca Vicuña de Grana’… Ese era mi apellido ‘mamá Grana'», cuenta riendo. Actualmente Grana se vende en un supermercado que tiene sus productos en seis puntos de Santiago, y está en conversaciones para comenzar a trabajar con otra cadena, porque «mi sueño es llevar Grana a través de supermercados a todo Chile». Planea lanzar dos nuevas versiones de su producto en septiembre, incorporando chips de chocolate con 60% de cacao y berries.
Más: Los 10 ladrones de energía que debes evitar según el Dalái Lama
Ella innovó a partir de problemas que se encuentran en el entorno. Macarena pudo contentarse con lo que había en el mercado y quedarse tranquila con una dieta recetada por el nutricionista, pero ella decidió crear su propia solución. «Si tengo que hacer algo, lo hago, no me quedo, creo que eso me ha servido harto y con el tiempo he ido perdiendo la vergüenza a atreverme».
<!–
DESCUBRE MÁS EN IMÁGENES
Los 13 artículos más raros que puedes encargar a Asia
Include SSI –>