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La FIFA se olvida de Fuleco, el armadillo mascota de Brasil 2014

La ONG Associação Caatinga, organización que sugirió el armadillo en peligro de extinción, asegura que la FIFA incumplió su promesa de ayudar a la conservación del animal.

Lo que parecía ser la panacea de los mundiales “ecológicos” ha sido una decepción en varios sentidos, como por ejemplo la instalación de un estadio en la selva amazónica en Manaus y la poca o nula participación de la FIFA en la conservación del armadillo de tres bandas, animal que da vida a la mascota oficial, Fuleco.

Su nombre, Fuleco, es una mezcla de las palabras fútbol y ecología, lo que refuerza el objetivo de la FIFA por proyectar una imagen más ecologista, pero que sin embargo se ha quedado en solo promesas.

En un comienzo la Associação Caatinga pensó en la idea como un rotundo éxito de su campaña por proteger el armadillo o tatu-bola. Sin embargo, la misma ONG aclara que hasta el día de hoy la FIFA no ha desembolsado ni un peso para proteger al animal.

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“Les hemos planteado 8 propuestas para apoyar la protección del tatu-bola sin ninguna respuesta”, aseguró el director de la ONG, Rodrigo Castro.

Asimismo, llamó a la FIFA a contribuir con el 15% del costo total del proyecto en 10 años, es decir, cerca de 635.000 dólares. Lo que representaría el 0,05% de todas las ganancias de la FIFA con este Mundial. Es más, Associação Caatinga asegura que la entidad deportiva no habla ni siquiera del estado del animal en la página de Facebook de Fuleco, explica el portal eldiario.es.

Luego de la denuncia de la ONG, Fuleco ha desaparecido misteriosamente de Brasil 2014. Lo mejor de todo es que Fuleco ha servido a los propios brasileños para sus protestas sociales, disfrazado, esperando atención médica, convirtiéndose en una víctima de la mercantilización del fútbol y, lamentablemente, del propio armadillo de tres bandas o tatu-bola.

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