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Agricultura urbana, olor a tierra húmeda en la memoria

¿Qué esperas para sembrar?

“A de vez en cuando camino al revés

es mi modo de recordar…

si caminara hacia adelante

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te podría contar como es el olvido…”

                                       Lola Kiepja, última chamán Selk´nam

 

Sembrar en la ciudad es un compromiso vivo para enfrentar el olvido y fortalecer la resiliencia, palpar la memoria genética y cultural en un puñado de semillas tradicionales. Con múltiples valores emerge la agricultura urbana como un archipiélago de islas dialogando al interior de un mar de cemento, redes de sostenibilidad que facilitan las conexiones ecosistémicas y abren cuñas de aprendizaje que revalorizan el tiempo cíclico. Conexiones entre personas, conexiones entre ideas que se abren paso en medio de la aceleración del tiempo lineal.

El desarrollo de la agricultura urbana es parte de la solución a corto, mediano y largo plazo. Hogares, sedes de organizaciones sociales, establecimientos educacionales, juntas de vecinos, instituciones, barrios, centros de salud, empresas, espacios públicos y otros lugares por descubrir e internalizar la experiencia, abren una oportunidad concreta para incorporar huertos urbanos como una herramienta para el desarrollo humano y comunitario.

Según el Catastro de Agricultura Urbana realizado por ONG RAU – UC, los principales usos del huerto en la ciudad de Santiago de Chile son autoconsumo (36%), educativo-capacitación (24%) y terapéutico salud (15%). De este estudio también se obtiene información relevante sobre las semillas utilizadas en el huerto, nutrición, rotación de cultivos, riego, reciclaje de desechos orgánicos, seguridad alimentaria, etc.

De esta forma, se empiezan a abrir rutas de investigación desde la sociedad civil organizada, realizando alianzas de cooperación y redes de apoyo que buscan favorecer el desarrollo de políticas públicas en nuestro país. ONG RAU tiene sus redes activas y las puertas abiertas para las instituciones públicas y privadas, organizaciones, centros de investigación, ciudadanos y otros agentes que quieran participar en el desarrollo de sus proyectos.

La experiencia diaria en la ciudad y el fortalecimiento de las redes de sostenibilidad van de la mano. La teoría queda incompleta sin el desarrollo de buenas prácticas de agricultura urbana que conecten a los ciudadanos. El olor a tierra húmeda, los movimientos del cuerpo, el sabor de una hoja de mostaza recién cosechada y las diferentes texturas de los vegetales se pueden encontrar en la literatura, pero para ser incorporados de forma robusta en la memoria es necesario estar en contacto directo con la experiencia viva al interior del huerto. Redes de aprendizaje activas y participación ciudadana.

Un ejemplo concreto de esta experiencia viva es el desarrollo del proyecto RAU Ruta de las Huertas, realizado en su primera etapa durante el segundo semestre del 2012 y comienzos de este año. A través de este proyecto se visitan iniciativas de Agricultura Urbana y se invita a la comunidad local para compartir experiencias, conocer las necesidades, identificar problemas y potenciar la agricultura urbana de manera sostenible.

Uno de los productos del proyecto RAU Ruta de las Huertas es el trailer-documental que se presenta a continuación, realizado por CaroBloj y producido por Mitos Vivos para ONG RAU.

Lo que falta por escribir en esta columna se percibe con mayor armonía en las imágenes que verán a continuación.

[vimeo]http://www.vimeo.com/66824263[/vimeo]

Más información Red Agricultura Urbana 

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