La flor nacional chilena es el copihue, y la verdad es que como el huemul, muy pocos compatriotas la hemos visto. En peligro de extinción este bellísimo espécimen de la flora, comenzaba a ser mito en muchos lugares. Sin embargo, el mercado, sí, el mercado vino a salvarle la vida. ¿Conservación? No, mercado, sí.
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Es duro pensar por ejemplo, que el cóndor se le rescate para meterlo en criaderos para finalmente ser convertido en una deliciosa cazuela. O que el huemul, como el ciervo, sea el apetitoso plato gourmet de los sibaritas. Algo así es lo que le pasa a una cuasi sagrada flor chilena, que por ser un “vegetal” tiene un impacto mucho menor que se le venda para ser consumida.
En la Araucanía, Incubatec de la Universidad de la Frontera y Corfo, a través de un Capital Semilla, ha ayudado a emprendedores que han sacado como producto de exportación premium al copihue chileno, presentándolo en sociedad en las cocinas más prestigiadas del mundo.
Incluir esfuerzos tecnológicos ha desencadenado avances nunca vistos en la crianza de este particular “producto”. Se redujo el tiempo de producción de esta flor de 7 a 3 años y aumentaron las variedades a ocho. ¿Qué impacto tiene en esta flor? La verdad es que poco importa cuando estaba virtualmente desaparecida.
Varias cosas uno puede reflexionar frente a este caso. Por una parte, qué ganas de que los móviles fueran la conservación lisa y llanamente, y no la comercialización, ya que en el imaginario el copihue tiene algo de sacro, de puro y mágico. Pero fuera de lo romántico, sí se hace necesario, sobretodo en la cada vez más alicaída faena campesina, diversificar e innovar en los mercados para lograr sobrevivir.
¿Qué opinas de que el copihue sea consumido en las mesas más connotadas del mundo?
Link: Chile: Estamos ad portas de quedarnos sin escudo patrio
Fuente: El Copihue al mercado premium (Corfo)