¿Quién no ha tenido un fail de depilación? Es un clásico, pero no de esos momentos que queremos recordar precisamente. Cuando empezamos a crecer, las mujeres nos damos cuenta de que la sociedad en la que vivimos odia los pelos, y como no nos queda otra, decidimos buscar cera y pinzas y torturarnos a nosotras mismas.
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Pero el sufrimiento no es sólo físico, porque si te pasas un centímetro, puede ser fatal, sobre todo con las cejas. Justo cuando pensabas que habían quedado perfectamente depiladas, tu motricidad fina falla y ahora no quieres salir de tu casa.
Hablando de fails, existe una cuenta de Instagram que los retrata en su máximo esplendor. Lo peor de todo, es que las imágenes que se exhiben en @historyofoverpucking muestran a mujeres —la mayoría de ellas, famosas— luciendo sus delgadísimas cejas con orgullo, porque décadas atrás, esa era la moda.
Puede que creamos que las cejas a lo Cara Delevingne sean tendencia, pero eso no siempre fue así. En los 90, las cejas pobladas eran extrañas, así que la pinza era una herramienta de belleza extremadamente valorada.
Una de las celebridades que se caracterizó por depilarse las cejas en exceso fue Drew Barrymore, pero en ese tiempo, a nadie parecía molestarle mucho. De hecho, era algo sexy (¿alguien nos puede explicar esa peluca?).
Miren también a Gwen Stefani. Sus cejas eran parte de su look grunge, pero para ser sinceras, nos parecen aterradoras.
Así como las modas van cambiando, la forma de las cejas también han determinado los conceptos de belleza en distintas épocas. En los 70, las delgadas eran muy valoradas, aunque a veces se les pasaba la mano y parecían casi inexistentes. ¿Un ejemplo? La actriz y modelo estaounidense Jane Forth (musa de Andy Warhol).
¿Y qué tal el look de Cindy Lauper? Esto corrobora su teoría de que las chicas sólo quieren divertirse, incluso con sus cejas.
¿Aprendieron la lección? Nosotras, totalmente.
