En un video publicado en sus redes sociales, Jennifer Tutivén, la reina saliente de Guayaquil compartió sus reflexiones y despedida con la gente que la acompañó durante todo este tiempo.
En su voz se nota la emoción y dice: “cierro este capítulo con el sueño que nació de una niña de siete años, una niña que soñaba con representar a su ciudad algún día, una niña que cumplió su sueño”, afirma. Con estas palabras, Tutivén revela que más que un título, para ella ha sido un viaje íntimo, cargado de significado personal.
Aunque su mensaje está lleno de gratitud, también queda claro que no todo está bien, ya que Tutivén no asistió a la gala del 15 de noviembre para coronar a su sucesora. Tiempo antes, la ahora ex reina de Guayaquil, habría publicado en sus historias que no fue invitada al evento.
Un año de entrega y servicio
Desde que fue coronada como Reina de Guayaquil 2024-2025, Jennifer Tutivén ha enfocado su gestión en inspirar y educar. Su proyecto, llamado “Guayaquil, un verdadero collar de perlas”, buscaba visibilizar el talento de la gente humilde, promover la solidaridad y celebrar los aprendizajes que nacen de los errores.
Además, su labor social no ha sido solo palabra, ya que ha apoyado a madres vulnerables, ha promovido emprendimientos femeninos y ha liderado iniciativas de capacitación. En una ciudad que la vio crecer, su reinado ha sido un camino de conexión auténtica con su gente.
Una despedida con gesto de legado
Pese a la discordia por su ausencia en la coronación, su mensaje final no está marcado por la amargura, más bien, ella mira hacia adelante con esperanza. Reconoce que, como reina, tuvo “el peso de la corona” pero también “el corazón” para llevar adelante su misión. Expresa que su trabajo pudo llegar a diferentes rincones de Guayaquil, aportando con un granito de arena a quienes lo necesitaron.
De existir dudas acerca de su gestión, ella menciona que sus redes son públicas, así que cualquiera puede ver lo que hizo en el año de su gestión. Sus redes muestran un sin número de video y fotos de eventos, servicios, voluntariado, proyectos educativos y más. Para ella, la transparencia no es solo un valor, sino un deber.
El broche final
Como parte de su legado, Tutivén presentó recientemente “Reinas”, una plataforma educativa para mujeres emprendedoras de cualquier edad, con formación y acompañamiento para convertir sueños en proyectos reales. Además, sorprendió a muchos al correr la Maratón de Guayaquil (42,2 km), donde quedó segunda en su categoría. Esa fue su forma de demostrar que una reina puede ser también deportista, estudiante de medicina y una luchadora incansable.
Su despedida, emotiva y vibrante, muestra que su reinado no termina con la entrega de una banda, su reinado es también un legado de servicio, luz y motivación para quienes vendrán. Jennifer Tutivén cierra este capítulo con la convicción de que cumplir su sueño es apenas el comienzo de otros sueños más grandes para Guayaquil.