Recientemente, la Flaca Guerrero compartió una noticia esperanzadora: ella ya terminó la quinta ronda de quimioterapia. Tras un mes de descanso obligado por una cirugía para extirpar lo que quedaba del cáncer, venció el temor matutino y volvió a la silla que representa uno de los momentos más duros de su proceso.
PUBLICIDAD
“Hoy desperté con un poquito de miedo… pero en medio de ese miedo, mi corazón solo siente agradecimiento”, escribió Guerrero en Instagram. Ese balance entre vulnerabilidad y fuerza es lo que está marcando este proceso en el que cada quimio la acerca más al fin de lo más difícil.

La operación a la que se sometió la Flaca se realizó en Houston, EE.UU. para remover los restos del tumor, por lo que los médicos tuvieron que extirparle los ovarios, las trompas y el epiplón. Esta intervención le permitió continuar con las quimioterapias con mayor seguridad, con menos carga interna y con la esperanza de que la etapa que viene sea la última.
Mirando hacia la última fase
Esta quinta dosis fue la penúltima, ya solo queda una ronda de quimioterapia entre la Flaca y el final del tratamiento. Un camino que ha dejado huellas, a veces de dolor, otras de miedo, pero también de profunda conquista personal.
“Lo que empezó como una pesadilla, hoy se transforma en una nueva versión de mí: una Flaca más fuerte, más consciente… soy una Flaca que me gusta mucho más que la de antes”, dice ella, demostrando que su transformación va mucho más allá del aspecto físico o la salud, es mental, emocional y espiritual.

Además, ella no da nada por sentado, por eso agradece a cada enfermera, a cada amigo que llama, e incluso a quienes le escriben desde lejos. Porque son esos gestos los que se convierten en un abrazo colectivo que tiene el poder de sanar.
Una lección para todos
Su testimonio enseña que enfrentar enfermedades complicadas no significa perder la identidad ni rendirse. Se trata de aprender a vivir con el miedo, agradecer en las adversidades y saber recibir aquello que te transforma. En este caso, la Flaca lo hace con humor, con humildad y honestidad.

Ahora, La Flaca se prepara para la sexta y última ronda de quimioterapia. Sabe que aún hay momentos duros por delante, pero también está segura de que este viaje está cerca de culminar. Cada gota, cada hora en aquella silla, cada pensamiento de agradecimiento, la conducen hacia el final del capítulo más difícil, y al comienzo de algo nuevo.