La primera dama Lavinia Valbonesi anunció una noticia emocionante: los jugadores de la “Tri” se han sumado como embajadores honorarios del proyecto ANA, una iniciativa que viene cambiando vidas en todo Ecuador.
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Este gesto no solo transforma perfiles deportivos en símbolos de solidaridad, sino que impulsa a miles de mujeres, niños y familias que desean un futuro con más oportunidades, educación y dignidad.
Cuando la “Tri” se viste de esperanza
En un emotivo video compartido en redes sociales, Valbonesi, visiblemente emocionada, saluda a futbolistas como Enner Valencia, Leonardo Campana y Hernán Galíndez, expresando: “Ustedes representan mucha historia… mucha inspiración. Estoy muy agradecida de que los pueda volver embajadores de este proyecto. ¡Qué emoción, estoy feliz”.
La unión entre el equipo nacional y ANA es poderosa. El fútbol inspira, moviliza y une. Ahora, cuando niños, jóvenes y adultos vean a sus ídolos en la cancha, sabrán que esos mismos rostros representan una lucha por el bienestar integral de las mujeres ecuatorianas: “Cuando estamos en territorio… no saben cuántos niños, jóvenes y adultos nos dicen que es su sueño conocerlos; ahora lo haremos posible” dijo la primera dama.
Tres ejes que dan vida a ANA
Desde su lanzamiento en junio de 2024, el proyecto ANA se sostiene sobre tres pilares fundamentales: la prevención, educación/capacitación y empleabilidad. La meta es clara, dotar de herramientas reales a mujeres en situación de vulnerabilidad, para que puedan romper círculos de violencia, crecer profesionalmente y moldear su futuro.

Datos que inspiran y motivan
El impacto va más allá de las palabras. Gracias a ANA, miles de mujeres se han inscrito en su plataforma en línea; muchas ya han completado cursos, otras han accedido a empleos dignos y, además, miles de familias han recibido apoyo directo.
Además, este espacio de transformación está presente en múltiples provincias: Pichincha, Guayas, Azuay, Esmeraldas, Orellana, Manabí, Los Ríos, El Oro y Galápagos. La Fundación, además, está diseñada para ser autosustentable, creando productos propios que garanticen su continuidad.
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Un partido que jugamos todos
Cuando el talento se une con el corazón, nacen verdaderas revoluciones. La Tri no solo representa goles y victorias, ahora también representa esperanza, compromiso y transformación.
Con cada historia de superación, cada mujer empoderada y cada familia que encuentra una nueva oportunidad, el proyecto ANA demuestra que sí se puede cambiar la realidad, paso a paso, persona a persona. Hoy, los ídolos de la cancha nos recuerdan que el partido más importante es el que jugamos por los demás.