Desde su creación, esta institución ha demostrado que el trabajo en equipo y la continuidad en la gestión son la clave para lograr resultados extraordinarios. María Teresa Donoso, su actual Presidenta, nos abre las puertas a esta historia de servicio, logros y una visión de futuro que sigue inspirando.
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“Realmente algo que le distingue al reinado de Quito es justamente ese afán de servicio”, nos comparte María Teresa Donoso, quien ha sido testigo y protagonista de esta evolución. La Fundación nació con la misión de potenciar la labor social de la Reina de Quito, aprovechando la experiencia y el conocimiento de las exreinas.
Fue un 11 de abril de 1985 cuando, a través de un “Te de Reinas”, María Teresa logró reunir a 10 exreinas de Quito, sellando así el compromiso de trabajar por la ciudad y sus grupos más vulnerables. “De vernos, de estar juntas, era como que había una conexión”, rememora con emoción.
El éxito de estos 40 años se palpa en obras concretas, destacando el Centro Terapéutico de la Fundación. Durante 27 años, este centro ha brindado atención y esperanza a niños, niñas y jóvenes con Síndrome de Down.
“Imagínate que ya tenemos más de 2.300 niños atendidos, tenemos 6 bachilleres de la República”, detalla Donoso, una cifra que refleja el profundo impacto de su labor en la vida de estas familias. Actualmente, se atiende a 78 niños en atención temprana e inclusión educativa.
La Fundación ha demostrado su capacidad de autogestión y su independencia, un camino que se fortaleció cuando asumieron la elección de la Reina de Quito en 2019.
“Hemos demostrado que realmente hay el apoyo de la empresa privada, tenemos como aliado al Municipio, hay el apoyo de los medios de comunicación, el de las jóvenes que quieren ser reinas de Quito y sobretodo el de la ciudadanía”, afirma María Teresa.
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De hecho, cada año reciben cerca de 200 postulantes, un testimonio de la relevancia que tiene la Reina San Francisco de Quito en la juventud.
Aunque operan de manera independiente, la Fundación ha mantenido una relación de “aliado estratégico” con el Municipio de Quito a lo largo de los años. Han colaborado en iniciativas como el proyecto con UNICEF para la atención en barrios urbano marginales , el apoyo a la Feria 60 y Piquito , la feria “Un Ecuador para Todos” de atención a personas con discapacidad , y la concienciación sobre el Día Mundial del Síndrome de Down con el “Paseo de la Inclusión”.
Actualmente, apoyan el proyecto “Inquebrantable” de la Reina de San Francisco de Quito, Doménica Jarrín, centrado en la salud mental de las mujeres y las relaciones sanas.
Con 32 exreinas comprometidas, un creciente grupo de voluntarias, roperas, y el equipo administrativo y de terapistas del Centro Terapéutico, la Fundación Reina de Quito es “una gran familia” que sigue expandiendo su alcance.
A través de eventos como la Elección de Reina de San Francisco de Quito, el Desfile Contrastes, la Cena de la Rosa, y el Te Juego, además de programas como El Ropero y Super Padrinos, la Fundación genera los recursos que la mantienen en marcha.
Su labor abarca casi todos los ámbitos sociales: discapacidad, protección de niños y adultos mayores, apoyo a madres solteras y mujeres en situación de violencia, cuidado del medio ambiente, equipamiento de centros, apoyo a damnificados, y campañas de prevención y promoción de valores.
“La continuidad hace que las cosas se impulsen de mejor manera”, nos dice María Teresa, resumiendo la filosofía que ha guiado a esta institución durante cuatro décadas de servicio invaluable.
