Nacida el 30 de mayo de 1961 en Guayaquil, Annabella Azín es mucho más que la madre del actual presidente del Ecuador. Es médica, política, líder social y una mujer que ha hecho del servicio a los demás su causa de vida.
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La vocación médica fue su primer impulso, y la ha sabido combinar con la política sin perder la esencia. Era común verla con su estetoscopio al cuello, en las brigadas de salud organizadas por su esposo, el empresario y político Álvaro Noboa.
De las brigadas médicas al poder político
En 1981, nace la Fundación Cruzada Nueva Humanidad, con Annabella como presidenta. Desde entonces, la fundación se ha convertido en un pilar fundamental de asistencia social en salud, educación, empleo y deportes.
Las brigadas médicas lideradas por Azín han beneficiado a mujeres, jóvenes, niños y personas de la tercera edad en distintos rincones del país.

Más adelante, Annabella no tardó en dar el salto a la política. Su carisma, formación y constancia la convirtieron en una figura clave del partido que lideraba su esposo.
En 2006, alcanzó una victoria electoral contundente como la candidata más votada al Congreso Nacional, aunque su periodo se vio truncado por la disolución del Congreso durante el gobierno de Rafael Correa.
Para 2009 y 2013, Annabella Azín fue candidata a la vicepresidencia junto a su esposo, Álvaro Noboa, por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional. Aunque no alcanzaron el respaldo mayoritario del electorado, su participación consolidó su imagen como una figura política preparada y con visión de país.
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Su regreso a la política
Tras doce años alejada de la política electoral, Annabella Azín regresó con fuerza en 2025, esta vez como candidata legislativa por Acción Democrática Nacional (ADN), el partido de su hijo, el presidente Daniel Noboa. Su retorno fue un éxito rotundo, obtuvo el 43,54% de votos, lo que le permitió dirigir la primera sesión del nuevo periodo legislativo.
Annabella Azín nos recuerda que no hay límites de tiempo para perseguir los sueños. Que se puede ser madre, médica, política y activista guiada por una sola brújula, el compromiso con el bien común. Su historia inspira, no solo por lo que ha hecho, sino por todo lo que aún está dispuesta a lograr.