En esta ceremonia especial organizada por la Universidad Anglo Hispano Mexicana en el Círculo Militar de Quito, la admirada Catalina Cajías fue distinguida con el título de Magnus Doctor Honoris Causa.
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Este importante reconocimiento la convierte en la única mujer entre veinte personalidades latinoamericanas cuya trayectoria ha dejado una huella positiva y significativa en la región. El motivo de este honor es su destacada labor en la promoción de la equidad de género y en dar visibilidad al liderazgo femenino.
El evento reunió a importantes figuras del ámbito educativo, cultural y diplomático, incluyendo a los embajadores de Panamá y República Dominicana, lo que subraya la relevancia regional de este reconocimiento.

Catalina Cajías: una líder con impacto global
La investidura de Catalina, quien preside el Women Economic Forum, resalta su compromiso constante con el desarrollo del potencial de liderazgo y emprendimiento de mujeres de diversas culturas. Sus reconocimientos a nivel internacional hablan por sí solos, desde India hasta Estados Unidos, pasando por Colombia y Egipto.
En su discurso, que conmovió a los presentes, Catalina recordó una verdad fundamental: “Este es un tiempo donde el conocimiento ya no basta. Se necesita humanidad, ética, propósito. Donde la expansión ya no se mide en títulos, sino en el impacto que dejamos en nuestro entorno.”

Llamado a la acción: liderar con conciencia
Además de recibir este prestigioso título, Catalina fue madrina generacional del evento y compartió reflexiones cruciales sobre los desafíos globales actuales, como la desinformación, la polarización y la crisis climática, entre otros. Hizo un llamado urgente a que tanto hombres como mujeres, desde sus respectivos roles, trabajen unidos con vocación de servicio y conciencia global.
Sin duda, este reconocimiento a Catalina Cajías es motivo de celebración e inspiración, pues nos recuerda que el verdadero liderazgo no se viste de poder, sino de propósito.

En tiempos en los que el ruido distrae y las certezas se desvanecen, su voz emerge como un faro que guía a nuevas generaciones de mujeres hacia un horizonte donde el mérito, la ética y la empatía son los verdaderos títulos de honor. Y en esa causa, todas estamos llamadas a ser parte.