La industria florícola fue la gran oportunidad de emprendimiento de una pareja visionaria. Han pasado 25 años desde que César Augusto Mantilla e Ismaira Cisneros Serrano fundaron una de las empresas especialistas en empaques para flores de exportación a nivel nacional: Capuchón Flowers, misma que cuenta con la Certificación BASC y es miembro de la Corporación Mucho Mejor Ecuador. Su sede principal se encuentra en el cantón Pedro Moncayo, en Pichincha, con una cobertura nacional, sobre todo a la Sierra del país.
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Además, un gran plus de la marca es que impulsan la equidad e igualdad de oportunidades de trabajo al contar con el 50% de personal femenino y la mitad de ellas ocupan cargos gerenciales, caracterizado por su flamante y ejemplar lideresa Ismaira Cisneros. Su gestión se engendra desde que junto a su esposo tuvieron que aportar en todos los puestos de trabajo, inclusive en temas logísticos, en una temporada estuvo a cargo de la Gerencia General de la empresa, previo a convertirse en Compañía Limitada, en la actualidad es la Presidenta del Directorio General, aporta a la jefatura de adquisiciones y talento humano.
Tiene claro el panorama. “Nuestros principales valores van apegados a los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) con base en la agenda 2030 a nivel mundial y que se consideran en nuestro POA (Plan Operativo Anual), el mismo que tiene un enfoque en equidad de género, cuidado ambiental y responsabilidad social empresarial.
El sector florícola ha permitido el empoderamiento de las mujeres sobre todo de los cantones de Pedro Moncayo, Cayambe y Latacunga. El aporte de Capuchón Flowers va directamente al empaque de las flores, que permite una conservación en el proceso de exportación a nivel mundial”, dice Ismaira Cisneros.
Como regalo de los 25 años de trabajo y crecimiento constante en el mercado florícola del país, inauguraron su nueva oficina y planta principal de producción en Pedro Moncayo.
“Nuestra principal fortaleza es el contar con la credibilidad de nuestros clientes y proveedores, debido a la puntualidad, calidad y precios de nuestros productos, y a la transparencia con la que hemos conducido el negocio durante estos años”, acota.
Fuerza laboral con apoyo femenino
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La familia de Jeimi Valencia, de 22 años, que trabaja como operadora de la compañía, ha podido sustentarse económicamente gracias a su trabajo.
“Mi gestión es la realización de capuchones para exportación. Es una labor que conlleva mucha responsabilidad ya que trabajo manejando una máquina de la cual debo estar siempre pendiente y con los cinco sentidos.
La mayoría somos mujeres, cumplimos una labor admirable que requiere de fuerza física. Por ser mujeres le damos mayor importancia al mínimo detalle en cada cosa que hacemos, trabajamos de una manera responsable y siempre con el cuidado necesario, gracias a Capuchón Flowers y la inclusión que fomentan hemos demostrado que las mujeres pueden realizar el mismo trabajo que un hombre, eso nos enorgullece y nos motiva”, cuenta Jeimy.
Sus palabras no van en sintonía de la competencia o comparación con el trabajo de los hombres, todo lo contrario, es entender que existen las mismas oportunidades y esfuerzos conjuntos, llenos del amor y la armonía gracias al trabajo de las mujeres en Capuchón Flowers.
Jeimy se siente feliz y llena de gratitud, además muy motivada para cumplir sus metas y sueños. Augusto Mantilla confió en ella, incluso sin experiencia.