La pandemia ha representado una sacudida para nuestros planes financieros y si a eso le sumamos las barreras que no permiten que las mujeres asumamos roles de liderazgo, la situación se complica para quienes no tienen acceso a las herramientas necesarias para emprender.
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En entrevista con Nueva Mujer, Carmen Correa, Vicepresidenta Senior y Directora de Operaciones (COO) de Pro Mujer, reveló el impacto que tiene la desigualdad de género dentro del panorama actual así como la misión de la organización para combatirla.
“Pro Mujer trabaja para que las mujeres de la región de Latinoamérica alcancen su máximo potencial. Nos definimos como una empresa social que busca dar un apoyo integral a las mujeres para que mejoren su calidad de vida, que puedan acceder a servicios financieros y de salud para poder transformarse”, aseveró.
— Carmen Correa, Vicepresidenta Senior y Directora de Operaciones (COO) de Pro Mujer
Y es que de acuerdo con Correa, detrás de una mujer siempre hay una familia, una comunidad, por lo que es tan importante brindar herramientas de inclusión financiera que le permitan prosperar y tener una autonomía. “Buscamos implementar herramientas de inclusión financiera como lo es el microcrédito. Damos capacitación para impulsar los emprendimientos que busquen expandirse”.
La inclusión económica de la mujer supone retos concretos en todos los ámbitos por lo que, desde la implementación de un modelo holístico, Pro Mujer busca brindar apoyos que se ajusten a las necesidades de cada una. A través de sus capacitaciones, la organización ofrece temas de liderazgo, negociación, administración y tecnología, además de aquellos que tienen que ver con servicios médicos que van desde mamografías, hasta ecografías y enfermedades crónicas.
Empoderar a las mujeres en la economía y cerrar las brechas de género en el mundo laboral es fundamental. Sin embargo, con la pandemia surgieron nuevas necesidades dentro de esta lucha por la inclusión financiera.
“La pandemia ha impactado de sobremanera a las mujeres. Se han visto recargadas en los cuidados de los niños y del adulto mayor, esto es un trabajo no remunerado, Por otra parte es la que trabaja principalmente en el mercado informal”, dijo Correa.
“La mujer es la primera que ha perdido su fuente de trabajo. Ahora requiere reconvertirse, buscar nuevas alternativas, nuevas formas de generar un ingreso para su familia”.
— Carmen Correa, Vicepresidenta Senior y Directora de Operaciones (COO) de Pro Mujer
Es así como Pro Mujer busca proporcionar herramientas para que una pueda prosperar, reactivando sus negocios, identificando las necesidades de cada una.
La forma en la que las mujeres nos movemos en el mercado laboral tiene un impacto mayor de lo que se cree. Esto es lo que hace que la implementación de estrategias con perspectiva de género sean tan importantes tanto dentro de las empresas como en los emprendimientos.
“La mujer es la que mas dificultad tiene para el acceso al financiamiento por eso lo que promovemos es el invertir con un enfoque de género”, aseveró Correa.
De acuerdo con la especialista, hay un porcentaje importante de mujeres trabajando en el comercio informal, mientras que las emprendedoras no logran acceder a financiamientos y sólo un 15% de las mujeres ocupan los cargos ejecutivos en las empresas privadas.
“Queremos promover que cada vez que hay una inversión sea con perspectiva de género, especialmente en aquellas empresas que desarrollan productos y servicios que mejoran la calidad de vida de la mujer, que promueven que dentro de sus cadenas de valor cada vez haya mas mujeres”.
Correa reveló que aquellas compañías que aplican políticas de género en su personal generan entre un 44 y 47 por ciento más ganancias que aquellas que no lo hacen. “Invertir con esta perspectiva es un gran negocio pues más allá de que moralmente es lo que debemos estar haciendo, hay una oportunidad de generar un impacto general en la economía”