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“No quiero niños en mi boda”: Novia fue criticada al decir que dejen a sus hijos en casa

Hace unos días, la ex concursante de MasterChef, Rox Quintana, anunció que se casaría con su novia Julie Payan. Todo era felicidad y comentarios de celebración, hasta que a la también influencer, se le ocurrió dar una “polémica” declaración.

Mediante su cuenta de Twitter, Rox aseguró que NO quería niños en su boda. Casi enseguida, sintió la ira de millones de personas indignadas por la elección que correspondía a su propia fiesta.

A las pocas horas de esa afirmación inicial, Rox tuvo que salir a aclarar todo y a apelar por la comprensión lectora de quienes la seguían.

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En sí, el debate alrededor de esta decisión de Rox es eterno. Sin embargo, hay que decirlo: Quintana tiene toda la razón al solicitar que no haya infantes en su boda.

1.- No es nada personal

No, nadie odia a tus hijos. No, el problema no es con ellos. En general, muchos adultos no tienen la certeza de cómo relacionarse con infantes, pero esto no quiere decir que los odien.

2.- Los accidentes están a la orden del día

Si eres de América Latina, probablemente ya hayas escuchado de Peraki, un prestigioso tiktoker y organizador de bodas.

Peraki es un firme defensor de la causa “no niños en las bodas.” Sus razones son muy simples, pero también, guarda una cruda experiencia en su trayectoria que lo convenció de la idea.

Cuando este planner iniciaba su carrera, organizó una boda con estrictas reglas para que los niños no estuvieran presentes (por petición de los novios, claro está.)

3.- Sólo se trata de respetar la decisión de la pareja

Habrá parejas que quieran a los niños como parte de su celebración, pero habrá otras que no. Es su fiesta, y como invitados, sólo corresponde respetar los planes que tienen para ella.

4.- Estarías añadiendo un gasto extra, así como un posible cambio de plan

Un niño es un invitado más, y como tal, representará un gasto extra para los novios. Quizás no lo tengan contemplado en sus planes, pero igual tendrán que adaptarse más a sus necesidades que a sus deseos originales; todo depende de la cantidad de niños que acaben yendo y de cómo se comporten.

5.- Las bodas llegan a ser aburridas, a veces hasta para los adultos

Afrontémoslo: los niños tienen esa honestidad brutal que los adultos perdemos con el tiempo. Si se aburren o se fastidian, simplemente lo van a decir o a manifestar en un berrinche.

En general, las bodas no son lugar para los niños. Hay alcohol, música a todo volumen, adultos amontonados, y pequeños rituales “raros” que sólo conmueven a las abuelas.

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