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El poder del trabajo en equipo para lograr hazañas

Mariel Hawley, nadadora de aguas abiertas, comparte cómo gracias al trabajo colaborativo se cumplen sueños

trabajo en equipo
Imagen cortesía de Mariel Hawley

El trabajo en equipo es una habilidad clave para el éxito personal y profesional, requiere liderazgo y la unión de talentos diversos para alcanzar un objetivo claro.

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¿Tú eres de las que prefiere ir sola porque desconfías de los resultados que se pueden lograr con la ayuda de otras personas? Yo tengo el honor de experimentar el trabajo en equipo como parte fundamental de mi carrera y eso me inspiró a compartirte este texto.

En los últimos 20 años he nadado miles de kilómetros. De forma individual completé el proyecto Oceans Seven o Siete Mares, el reto más ambicioso de natación en aguas abiertas que consiste en nadar los canales de La Mancha, Catalina, Molokai y del Norte; así como los estrechos de Gibraltar, Tsugaru y Cook.  

En esta modalidad aparentemente es el nadador o nadadora la que cumple la proeza de dar brazadas hasta por 14 horas ininterrumpidas, pero la realidad es que no seríamos capaces de lograrlo sin todo el trabajo de equipo que hay detrás de cada reto cumplido. Eso me quedó muy claro cuando hice el cruce al Canal de la Manca bajo el formato de relevos.

Era 2007 y nuestro grupo de seis nadadores consiguió hacer el cruce cuádruple al Canal de La Mancha en 42 horas y 11 minutos batiendo la marca establecida por un equipo australiano y estableciendo un récord Guiness que sigue vigente hasta el día de hoy.

Han transcurrido casi 14 años de un trabajo colaborativo que logró un resultado extraordinario y las lecciones aprendidas siguen más vigentes que nunca.

Nuestras diferencias no nos dividen, nos hacen más fuertes

El equipo estaba formado por dos mujeres, y cuatro hombres, todos con un camino de vida muy distinto, desde Mayalen Noriega que entonces tenía 24 años de edad y estaba terminando su carrera de ingeniería, hasta Jorge Urrueta, nadador mexicano que participó en los Juegos Olímpicos de México 1968. Los seis integrantes teníamos familia, trabajo, intereses particulares, distintos al objetivo común.

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Los 10 días en espera del mejor día para hacer el nado fueron angustiantes y a veces desmoralizantes, pero nos mantuvimos unidos esperando cumplir un sueño.

Cabe destacar que en este cruce debíamos hacer un nado de más de 120 km bajo las reglas del relevo, o sea una hora de nado por cada integrante del equipo, sin interrupciones y sin alterar el orden de los nadadores.

Sin duda, el canal de la Mancha nos puso a prueba. No todos los nadadores teníamos la misma velocidad y es por ello que nuestro entrenador y líder, Rodolfo Aznar, estableció el orden del nado pensando en las fortalezas y debilidades de cada integrante del equipo.

En algún momento yo pensé que los nadadores más veloces serían los más resistentes, pero no fue así; los nadadores menos veloces fuimos más resistentes y de esa forma pudimos fortalecer al equipo en los momentos más complicados del nado.

“Nunca me imaginé que un relevo formado por personas tan diferentes entre sí pudiera lograr algo tan impresionante”, escuché al salir del agua. Y ante esas palabras mi papá, quien me acompañó en todo momento, respondió: “Nuestra mente nos limita y nos aleja de opciones y posibilidades”.

Ese es mi mensaje para ti hoy. En mi experiencia, el éxito en cualquier actividad es semejante a un cruce cuádruple en relevos, funciona por el talento de cada integrante, gracias a sus fortalezas y a pesar de sus debilidades. La guía adecuada hace que todo funcione.

Trabajo en equipo eficiente

En ese sentido, destacaría 3 factores decisivos para crear equipos de trabajo altamente efectivos:

Engranaje

Saber que formamos parte de un todo cuyo funcionamiento está claramente definido hacia una meta. Yo sé que nunca estoy sola nadando a la mitad del océano, pues mi equipo de apoyo también está “nadando” conmigo en la embarcación guía, preparando mi abastecimiento, revisando la ruta de nado con base en coordenadas y planes estratégicamente trazados, revisando mi número de brazadas cada 15 minutos. Este trabajo debe ser casi matemático.  En un equipo no hay lugar para el individualismo, cada miembro debe tener claro que las metas son de todos y el resultado será un logro colectivo.

Liderazgo

Alguien debe dar rumbo al talento de todos. Si tú eres el líder, tu trabajo será doblemente retador, pues se requiere visión y ejecución para conquistar objetivos claros a partir de un cúmulo de habilidades (y debilidades) específicas.

Reconocimiento

Un desempeño óptimo se logra cuando cada miembro del equipo se siente valorado y parte de un grupo élite. Desarrollar la cultura de equipo es parte esencial en el logro de cualquier proeza.

Conseguir un récord Guiness gracias a las brazadas, la entrega, la disciplina y el entusiasmo de todo un grupo de personas es solo un ejemplo de todo lo que se puede conseguir cuando nos unimos y es que, como afirma el escritor japonés Ryunosuke Satoro, individualmente, somos una gota; juntos, somos un océano.

*Mariel Hawley es la persona 15 en el mundo en completar el reto Oceans Seven o Siete Mares, en 2019 fue reconocida como la mujer del año de las aguas abiertas, es presidenta de “Queremos mexicanos activos”, conferencista y autora de los libros “Corazón de mar” y “Días Azules”.

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