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La otra cara de la espiritualidad del músico ecuatoriano Mateo K., narrada por su expareja

Varias exparejas del músico ecuatoriano Mateo K. narran varios supuestos hechos de violencia que él ejercía sobre sus víctimas, entre esas haberles contagiado de un hongo por transmisión sexual.

En una denuncia pública contra el músico ecuatoriano  Mateo K., contada a través de Facebook por su expareja,  Ana Cristina Barragán, quien revela que lo hace como parte de su sanación y en forma de denuncia, cuenta: “Yo jamás había tenido pensamientos ni intentos de suicidio, ni en las situaciones más difíciles, hasta que fui víctima de sus agresiones”.

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La violencia puede manifestarse de varias formas y en muchos de los casos llegan a ser las más difíciles de reconocer pero sin duda las más dolorosas.

acusan a cantante ecuatoriano

 

Barragán una de las exs parejas de Mateo Kingman cuenta la manera tan ofensiva de cómo fue maltratada, siendo abusada su integridad,  su cuerpo y  su salud mental. Toma esta dura decisión dejando de lado lo expuesta que estará su vida íntima, sin embargo, decide hacer esta denuncia para evitar que esto le siga sucediendo a más mujeres.

Ana Cristina decide hacerse un examen ginecológico después de llevar varios días con ardor, picazón y mucho malestar en su zona íntima, en los exámenes como resultado encuentra que efectivamente tiene un hongo que ha sido transmitido sexualmente.

Después de varios meses de tratamiento junto a su ex pareja, no veía resultados favorables, pensó que era su cuerpo rechazando el medicamento, al ginecólogo, al urólogo, pues habían dudas de todo lo externo y en septiembre de 2019 por quinta vez se realiza un examen, en el cual sigue dando positivo para este hongo infeccioso. «¿Estas segura que tu pareja esta tomando los medicamentos?», le dijo su doctora.

“Él inventó detalles de cada una de sus supuestas citas con distintos urólogos, inventó los nombres de los doctores, hasta me dijo cuál le había caído mejor, cuántas pastillas había tomado para curarse. También inventó razones por las que el tratamiento no estaba haciendo efecto”, dice Ana.

Sin embargo, ella confiaba y consideraba que el tratamiento de los dos lo seguían como indicaban sus doctores, Ana decide preguntarle a lo que él responde: «Mi cuerpo puro no debe contaminarse».

Después de tantos meses de tratamiento, citas médicas, pastillas  antimicóticas, en fin todo los tratamientos y el tiempo perdido, Ana comprende que Mateo no estaba haciendo el tratamiento como correspondía.

Kingman decía ser un enviado de la selva y por esa razón creaba una idea de ser un ser sencillo y espiritual; mientras el cuerpo de Ana se intoxicaba de tantos medicamentos fuertes que utilizaba a pesar de usar protección, seguía siendo contagiada.

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Mateo afirmó haber sido contagiado en selva por una expareja, pero Ana Cristina asegura haber contraído esta enfermedad con él y además una anterior pareja se suma a la lista de denuncias hechas en contra de Kingman.

En el articulo 9 de la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer es considerado un delito el saber su condición médica y por más de 5 años de relación el no contar a sus parejas es considerado como intencional su manera de actuar.

Ana Cristina se enteró que no solo era esta situación en la que él mentía, también le había sido infiel en múltiples ocasiones a lo que Kingman le contestó: «Así es la vida, todos mienten, todos engañan».

«Conversar con sus anteriores parejas nos hizo entender a todas el mecanismo elaborado y malévolo que él usa, sus acciones se repiten en todas sus relaciones a pesar de él demostrar el respeto por la vida en su figura como músico», escribió Ana Cristina.

Afirma que parecería que él utiliza este mecanismo para dejarlas devastadas psicológicamente y continuar con otra mujer más. Una anterior pareja sufrió una inflamación en todos sus nervios a causa de las constantes agresiones verbales, psicológicas y sexuales.

 

Como una película de terror

Kingman en defensa a sus agresiones y acusaciones piensa «ofrendar» algo por los daños causados a sus víctimas y se defenderá porque él es una víctima de un grupo de mujeres que solo buscan difamar su imagen. Así lo indicó Barragán.

«El pacto de silencio se rompe cuando la justicia que queremos la construimos nosotras para nosotras. No importan los comentarios machistas que sigan a esta carta, no importa que hayan personas que aún no comprendan la gravedad de este tipo de violencia. Me basta con prevenir a otras ser dañadas. Me basta con no sentir impunidad», dijo Barragán.

Según Ana Cristina, el manager de Kingman sabía de la denuncia y de las agresiones aduciendo «que se trataba de una relación tóxica por parte de cada uno», situación que ella niega rotundamente porque señala que «jamás violentó a ninguna de sus parejas». Kingman no se ha pronunciado públicamente pero conoce de la denuncia, intentamos comunicarnos para saber su versión pero señalaron que también dará su respuesta.

 

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