Richard Huckle era considerado el peor pedófilo de la historia del Reino Unido. Según las investigaciones llegó a abusar de casi 200 menores, hasta que encontró un trágico final en la cárcel de Pocklington.
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Y realmente fue un final brutal. Su compañero de celda, Paul Fitzgerald. Los detalles del crimen salieron ahora a luz por el juicio que se lleva adelante por la muerte de Huckle, donde se calificó el hecho como un «ataque cuidadosamente planeado y ejecutado».
Fitzgerald tomó a Huckle y lo violó con un utensilio de cocina, luego lo golpeó en repetidas ocasiones y también los apuñaló. Pero no estaba listo para darle el golpe de gracia. Fitzgerald quería verlo sufrir un poco más.
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Entonces, el próximo paso fue introducirle un lápiz por la nariz, tan profundamente y con tal fuerza que logró alcanzar el cerebro de su víctima. Después de eso, tomó un cable y lo ahorcó.
Warning – graphic content: Prisoner who killed ‘Britain’s worst paedophile’ wanted him to suffer like his victims https://t.co/4jT8nQ7qoj
— YorkMix (@theyorkmix) November 18, 2020
Cocinarlo
Después del asesinato, Fitzgerald reconoció que deseaban mucho matar a Huckle y que, incluso, estaba en sus planes descuartizarlo y cocinarlo.
Ante un especialista, Fitzgerald aseguró que violó a Huckle porque quería que probara «el sabor» que sintieron los niños que abusó, lo que calificó como «justicia poética».
«Este fue un ataque cuidadosamente planeado y ejecutado, en el transcurso del cual el señor Huckle fue sometido a una agresión prolongada y diseñada también para humillarlo y degradarlo», aseguró el fiscal de la causa, Alistair Neil Macdonald.
Huckle había sido condenado en 2016 a 22 cadenas perpetuas por violar a 191 menores de entre 6 meses y 12 años.