La tortuga gigante, Diego, regresa a su hábitat en Galápagos tras salvar su especie. Así lo anunció Paulo Proaño, Ministro del Ambiente y Agua.
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Esta ardua labor fue coordinada con la Dirección el Parque Nacional Galápagos y Galapagos Conservancy.
Los guardaparques realizaron la liberación del grupo original de tortugas adultas reproductoras de la isla Española.
Estas conformaron un programa de reproducción y crianza en cautiverio para salvar la especie en extinción.
Con esta repatriación, se cierra ese programa y crianza en cautiverio de la especie Chelonidis hoodensis, de la isla Española, que gracias a su intervención pasó de 15 individuos a aproximadamente 2300 tortugas que ahora ya se reproducen naturalmente en la isla, la que reúne las condiciones necesarias para mantener a la creciente población de quelonios en el largo plazo.
Los nidos de las tortugas gigantes tienen riesgos porque a veces se destruyen y las poblaciones desconocen y consumen los mismos.
Diego fue repatriada al país en los años 30 y desde ahí se ha estado trabajando la conservación de su especie en peligro de extinción ya que habían pocos ejemplares y hoy son más de 2000 gracias a Diego.
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La operación para liberar a estas tortugas es muy difícil, sin embargo gracias a los guardaparques de las Islas se logró.
¿Cómo es la liberación de las tortugas?
¡Imagínate tremendo peso! Ellos tienen que caminar de dos a tres kilómetros con estas tortugas de hasta 55 kilos de peso.
Cargar una tortuga no es nada fácil ya que en el trayecto de la caminata pues deben ser ayudados pero es la única forma de llegar a su hábitat ya que no hay ingreso de autos a esos espacios.
“Nos da mucha felicidad haber hecho esto pues ahora están en una zona alta no apta para el turismo. Sin embargo, estarán monitoreadas y evalúan su adaptación.
Cuando llegaron a la Isla Española empezaron a comer, están fuertes, sanas, desparasitadas y felices en su casa”, explicó el ministro.
La operación
Las 15 tortugas fueron sometidas a un proceso de cuarentena extendido, debido a que poco antes de la liberación planificada para marzo, se produjo la emergencia sanitaria que impidió su traslado. Previo a su liberación, se las desparasitó interna y externamente y se les colocó un microchip de identificación. Al atardecer del domingo, los quelonios fueron embarcados en la lancha Guadalupe River, de la DPNG, para empezar la navegación hacia Española a las 02h00 del lunes.
Tras arribar a la isla y completar el desembarque, los guardaparques y científicos, iniciaron el periplo de 2.5 km hasta llegar al sector denominado Las Tunas, donde se concentra la mayor cantidad de cactus Opuntia, principal alimento de las tortugas lo que facilitará la readaptación de los especímenes a su isla de origen.
“El trabajo es fuerte pero el compromiso es mayor, las 12 hembras, que pesan en promedio 35 kilos, fueron cargadas por una sola persona, mientras que para los 3 machos, cuyo peso superaba los 55 kg, fue necesaria la participación de dos personas, en relevos.
Luego de la liberación, el personal permaneció durante aproximadamente cuatro horas más, realizando observaciones del comportamiento de los quelonios en su hogar definitivo” dijo Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.
“De acuerdo con lo planificado, en unos seis meses se realizará el primer viaje de monitoreo.
Sin embargo, no perderemos información pues todas las tortugas cuentan con un dispositivo satelital (GPS) que enviará diariamente seis posiciones, lo cual sumado a las imágenes que las 40 cámaras trampa distribuidas en su área de vida captarán cada 15 segundos, cuando detecten algún movimiento, eso nos permitirá conocer todos sus desplazamientos y actividades” dijo Washington Tapia, líder la iniciativa.
El legado de Diego y los otros 14 reproductores
La famosa tortuga gigante Diego, recuperada desde el zoológico del San Diego (EEUU), también retornó a su isla de origen, casi 80 años después de que fuera extraído.
La historia de Diego comenzó cuando hubo la necesidad de incrementar el número de reproductores en el programa de crianza en cautiverio.
En la isla Española se encontró solamente 12 hembras y 2 machos, por lo que fue necesario hacer una búsqueda por todo el mundo para determinar si existía en algún lugar más individuos, especialmente machos, que contribuyan a la variabilidad genética de la especie.
La búsqueda dio resultado y en el Zoológico de San Diego se encontró un macho adulto que había sido colectado en la isla posiblemente a mediados de la década de los 30.
Luego, la tortuga emprendió su viaje de regreso a Galápagos, a donde llegó en 1976 y se integró rápidamente al programa de reproducción en cautiverio, iniciado y manejado en sus primeras décadas por la Fundación Charles Darwin, contribuyendo activamente a la obtención de gran cantidad de crías.