Un grupo de 13 economistas ha planteado un modelo matemático para aplicar en Pichincha en la nueva normalidad.
La sugerencia principal que también ya la conoce el alcalde de Quito, Jorge Yunda, es que las personas de entre 18 y 40 años son las más idóneas para salir a producir.
De esta manera se prevendría más contagios de COVID-19 y menos muertes en la población más vulnerable que comprende a las personas adultas mayores.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, dijo que la posibilidad estará abierta y se ha analizado conjuntamente con el alcalde Yunda.
«Por ejemplo la mitad de la población en Pichincha ya estaría en capacidad de producir en el área formal como informal.
Hemos también analizado el modelo interesante de Bogotá que propone el funcionamiento de la ciudad por 24 horas para organizar los turnos en todo el día y así evitar aglomeraciones.
Esta es una buena opción ya que nos da varias salidas pero recordemos que para cualquier cosa necesitamos mucha disciplina y precauciones», dijo Romo.
A la vez, recordó que los proyectos pilotos realizados con el sector de la construcción han arrojado resultados positivos.
Incluso, los de alimentación, salud, entre otros se han adaptado a la nueva economía con cambios en las formas de consumo, a domicilio, por pedidos online.
¿Qué pasará con el transporte público?
Se ha dicho que cuando una ciudad pasa al semáforo amarillo se reactivará el transporte público permitiendo una capacidad del 30% en sus unidades.
Según Romo, hay varias opciones que trabajar en este sentido. Dentro de los proyectos pilotos se ha visto que las empresas han asumido el transporte de sus empleados.
«A través del transporte de empleados de las empresas se puede monitorear de mejor forma y directamente sobre posibles contagios o prevención de los mismos.
Estamos autorizando también para que nos den soporte como transporte público aquellos de las otras modalidades como el transporte escolar y turístico.
Se sabe que en Quito habrá una compensación en cuanto a los precios y para ello trabajamos con los dirigentes de las distintas modalidades.
Cabe destacar que habrá más espacio para unidades de transporte por lo que tienen que ir con menos pasajero y por lo tanto las frecuencias aumentarán.
Otro modelo a seguir como Bogotá
El municipio bogotano ha planteado que sus empleados ingresen en dos horarios: unos a las 6 am y otros a las 10am.
Este horario de ingreso da cuatro horas de diferencia para que no haya aglomeraciones en el transporte urbano.
Para Romo, esta posibilidad es muy aplicable en Quito, por ejemplo. «Pero lo que funcionaría para la capital no significa que se pueda aplicar en Latacunga o Ambato.
Es por eso que se ha pedido a cada municipio que diseñe sus planes acorde a las economías de cada ciudad», enfatizó la ministra de Gobierno.