La agresión física y psicológica se hace presente en los hogares durante la cuarentena y más aún si hay un agresor potencial. En Ecuador el índice de denuncias -fuera de la situación por la pandemia del coronavirus- ya es alta.
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De acuerdo con informes de la línea directa nacional de violencia doméstica en los Estados Unidos, se han recibido llamadas de mujeres que aseguran que sus abusadores están usando COVID-19 como un medio para aislarlas aún más de sus amistades y familiares.
Pues para las mujeres que sufren violencia doméstica, las medidas para frenar la propagación de COVID-19, como lo es la cuarentena voluntaria, las han atrapado en sus hogares con sus abusadores.
Para muchas mujeres y niñas significa perder la oportunidad de salir de esos lugares tóxicos y peor aún, de poder acercarse a las personas y los recursos que podrían ayudarlas.
En Ecuador, la violencia es un problema permanente que afecta a la sociedad, este se ha enfocado en distintas esferas.
¿Cómo actuar en medio de la emergencia?
La Policía Nacional del Ecuador en coordinación con el Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif), Dirección Nacional de Policía Especializada para niños, niñas y adolescentes (Dinapen), Secretaría de Derechos Humanos y Ministerio de Educación, han desarrollado lineamientos de atención para víctimas de violencia familiar, mientras dure la emergencia sanitaria en el país.
La violencia se define como toda acción que consista en maltrato, físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar.
Tipos de violencia:
– Física
– Psicológica
– Sexual
– Económica
– Simbólica
– Política
– Ginecobstétrica
Números de apoyo
Se han implementado dos líneas telefónicas: 911 y 1800 335 486, donde la víctima puede realizar la denuncia e inmediatamente servidores policiales del sector acudirán a su domicilio.
Una vez en el lugar, se verificará la novedad y se procederá a pedir que el agresor abandone el inmueble y este será llevado a donde un familiar o sitio asignado por los organismos; puesto que, por la emergencia que atraviesa Ecuador, el victimario no puede permanecer en las calles debido al estado de excepción.
En el caso de las víctimas, se proveerá de atención médica o psicológica. Además, los uniformados continuamente patrullaran por el lugar, con el fin de los afectados se sientan seguros, respaldos y así evitar nuevas agresiones.
Este protocolo no solo es dirigido para mujeres que sufren violencia, sino también para niños, niñas y adolescentes que atraviesan por esta situación.