Comprar por Internet es algo que hacemos con frecuencia. Después de todo, la falta de tiempo y las largas distancias, han hecho que muchos recurramos a aplicaciones para comprar despensa, viajes, ropa y cualquier baratija para divertirnos. Sin embargo, en la CDMX esto se ha convertido en un peligro.
De acuerdo con el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, entre el 1 de enero y el 12 de agosto de este año, en los últimos dos meses al menos tres casos terminaron en homicidio: entre ellos el asesinato de una mujer y un adulto de la tercera edad, luego de haber tenido contacto con algún vendedor de Internet.
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) detectó este nuevo modus operindi para estafar, asaltar, robar e incluso asesinar a quienes recurren a sitios de compra–venta de productos que van desde smartphones, pantallas y computadoras, hasta autos, motocicletas y terrenos o casas.
Claro, esto no es algo nuevo, después de todo, ¿cuándo el Internet ha sido seguro? El problema está en que ignoramos los peligros al caer en la promesa de que se trata de mercancía que queremos y necesitamos a bajo costo.
Quienes caen en la trampa, encuentran un vendedor que ofrece sus productos bajo la leyenda de “urgente” y a un precio muy por debajo de su valor normal. Posteriormente citan a la víctima en algún lugar de la ciudad, la cual termina en un asalto o peor.
