Para cualquier científico, capturar en una fotografía un agujero negro es un sueño. Katie Bouman lo logró con tan solo 29 años, al liderar uno de los cuatro equipos que trabajaron para ese objetivo.
Los equipos estuvieron encargados de convertir los datos de media tonelada de discos duros en la imagen que circuló por todo el mundo hace un par de días, reseñó The Verge.
De hecho, el MIT compartió en su Twitter una imagen de Katie con su cara de felicidad al ver por primera vez la foto del agujero negro que ayudó a procesar.
Here's the moment when the first black hole image was processed, from the eyes of researcher Katie Bouman. #EHTBlackHole #BlackHoleDay #BlackHole (v/@dfbarajas) pic.twitter.com/n0ZnIoeG1d
— MIT CSAIL (@MIT_CSAIL) April 10, 2019
La periodista Flora Graham, quien atiende la parte científica de la revista Nature News, también publicó una foto de Bouman con los discos duros, alabando su arduo trabajo.
Entonces llegaron las felicitaciones…pero exageradamente. Comenzó a recibir tantos mensajes que tuvo que apagar su teléfono, reseñó The New York Times. Crearon cuentas falsas en Twitter con su nombre. Resultó ser tortuoso ser la imagen visible entre un equipo de 200 personas.
Computer scientist Katie Bouman and her awesome stack of hard drives for #EHTblackhole image data 😍 — reminds me of Margaret Hamilton and her Apollo Guidance Computer source code. 👩🏽🔬 pic.twitter.com/MgOXiDCAKi
— Flora Graham (@floragraham) April 10, 2019
Ante la atención recibida, Bouman publicó en su Facebook: “Ningún algoritmo o persona hizo esta imagen, requirió el increíble talento de un equipo de científicos de todo el mundo y años de arduo trabajo para desarrollar el instrumento, el procesamiento de datos, métodos de imágenes y técnicas de análisis que eran necesarias para lograr esta hazaña aparentemente imposible. Ha sido un verdadero honor, y tengo mucha suerte de haber tenido la oportunidad de trabajar con todos ustedes”.
Y en internet todo empeoró, ya que la gente comenzó a investigar cuánto había sido la colaboración de esta mujer científica en el proyecto.
“Claramente comenzó con personas que estaban molestas porque una mujer se había convertido en el rostro de esta historia (…)” dijo Andrew Chael, uno de los colegas, a The Washington Post.
Las mujeres en la ciencia son citadas menos que sus colegas masculinos. Les cuesta más conseguir que se publiquen trabajos en revistas notables, incluidas Science y Nature, reseñó The Verge en su publicación.