Mucho se ha debatido sobre si es bueno tener mascotas cerca de los niños, en especial cuando son pequeños, debido a que muchos consideran que no es la opción más higiénica para los bebés, sin embargo un estudio de la Universidad de Alberta en Canadá podría haber demostrado lo contrario.
El estudio conducido por la epidemióloga Anita Kozyrskyj, demostró que los bebés que crecen con una mascota muestran niveles más altos de los microbios asociados con la reducción de alergias y obesidad en su desarrollo.
La teoría es que los bebés que crecen expuestos a bacterias desde temprano pueden crear inmunidad a ellas, lo que les impide desarrollar alergias más tarde en su vida. Este intercambio de microbiomas ocurre incluso antes de que el bebé nazca, es decir que no es necesario el contacto directo entre el animal y el bebé, basta con que la madre este en contacto en él mientras está embarazada.
Si bien se recomienda que las mujeres que cuentan con animales en la casa tomen sus precauciones al dejar convivir a su mascota con su bebé, este descubrimiento podría tranquilizar a las más sobre protectoras quienes pueden tener la seguridad de que una mascota sana podría ser un beneficio para su pequeño.
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