Desde que Andrés Manuel se lanzó a la presidencia bajo el cobijo del MORENA las dudas, críticas y comentarios negativos hacia su propuesta y la gente que votaría por él comenzaron a dividir las redes sociales.
El miedo a lo desconocido, a lo que nunca se ha probado, hicieron que tacharan al candidato de izquierda de dictador, que a través de redes sociales se asegurara que convertiría a México en la ‘Venezuela del norte’.
Pero el miedo no se quedó ahí, a través de redes sociales surgieron aseveraciones, duras críticas que reflejan los prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos como sociedad, todas esas telarañas se hicieron presentes cuando de manera cruel, y escudados en el anonimato, usuarios atacaron al hijo menor del presidente electo.
El hijo de AMLO y su rayito en el cabello es lo más naco que he visto en la última semana 🤦🏻♂️
— 𝓒𝓪𝓻𝓵𝓸𝓼 𝓜𝓸𝓻𝓪𝓵𝓮𝓼 (@C_MoralesD) July 2, 2018
Como sociedad tenemos varios problemas, uno de ellos es la discriminación que sufrimos a diario y de la que somos parte. Recuerdan esa campaña viral que reflejaba el racismo en México.
Lo moreno, para la sociedad mexicana, siempre ha sido considerado malo, feo, naco y tiene una connotación negativo. Los rubios, como nos han hecho creer los medios de comunicación, son las personas buenas, exitosas y respetables.
Este video, como muchas otras campañas, nos recuerdan que el racismo en México no viene solo del exterior, que a veces los mexicanos podemos ser nuestro peor enemigo.
Ese racismo que vivimos todos los días se ha visto manifiesto en este tiempo electoral, hemos visto llegar al poder a una familia común, como la tuya o la mía y eso parece incomodarnos. Durante años vimos pasar personajes por los Pinos, en la mayoría de los casos, gente con un mismo estilo, vestir de diseñador, estar perfecta todo el tiempo, ahora que vemos otro tipo de gente, hemos reaccionado de manera agresiva.
No lo digo yo, lo dicen las redes sociales, quienes comenzaron a atacar a un niño, quienes critican la vestimenta de la esposa del presidente electo, quienes reducen a una familia a la forma en la que luce.
Al final, lo único que debería importarnos es cómo nos gobiernen, no cómo lucen. En lo que deberíamos hacer foco es en las propuestas y dejar de lado si los hijos del presidente son «gordos, morenos y chaparritos» como se ha leído en redes sociales.
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