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Cinco destacadas deportistas chilenas analizan las deudas del rubro con las mujeres

Raquetas, toperoles, rifles, zapatillas y tablas de surf rodeaban a estas cinco referentes que, en plena ola feminista, conversaron sobre sus vivencias como deportistas de elite y el daño que causan en las niñas los estereotipos de género.

“¡Mándame las fotos por WhatsApp!”, “armemos un grupo” o “etiquétame en Instagram” se escucha de lejos por los pasillos del Ministerio del Deporte. El murmullo crece hasta que aparecen por la puerta Patricia Albornoz, la supista y ganadora de SUP Race (stand up paddle surf); María Paz Díaz, tenista paraolímpica; Jennifer González, maratonista; Iona Rothfeld, futbolista y ex seleccionada nacional; y la campeona chilena de Tiro al Vuelo, Francisca Crovetto. A excepción de las dos últimas, que son amigas hace tiempo, el resto se está recién conociendo. Todas son deportistas y se ven llenas de entusiasmo tras salir de un desayuno, la primera mesa de conversación con Pauline Kantor, ministra del Deporte.

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En un grupo tan grande, la entrevista está lejos de adaptarse a modalidades tradicionales. También está alejada de cualquier rigidez que podría acompañar un encuentro ministerial. Mientras la oficina de la ministra se transforma en un improvisado set de fotografía, las chicas se turnan para maquillarse, conversan entre risas y reflexionan sobre la experiencia de ser mujer y deportista profesional en Chile.

Correr tres veces el mismo tramo

Cuando tuvo lugar esta conversación, la ola feminista estaba en pleno proceso de formación y las estudiantes ya habían instalado la consigna “por una educación no sexista”. ¿Algo tiene que ver eso con el deporte? Desde los estudios feministas, se ha nombrado como “currículum oculto”, a lo que alberga prácticas sexistas que afirman los estereotipos de género. Así, se establecen ideas que pueden sonar inofensivas, pero que no lo son, como que existen juegos y deportes para niños y otros, para niñas.

“Todo parte en el colegio. Además, entre los doce y trece años, cuando el cuerpo empieza a tener cambios, los adultos y tus propios compañeros te hacen sentir que no puedes hacer ciertas cosas”, cuenta Jennifer Gónzalez, ganadora de los 10k en la última Maratón de Santiago, recordando que siempre le gustó moverse. Porfiada, cuando le comenzaron a decir que su deporte no era algo para las niñas, quiso practicarlo aún más.

La ministra Pauline Kantor, al ser consultada sobre si cree que la educación sexista puede afectar el desempeño de las mujeres dentro del deporte, responde inmediatamente que “¡por supuesto!”. No sólo eso, sino que revela una difícil situación: cuando tenía 15 años y practicaba esquí, le prohibieron sumarse a un viaje de su equipo a Estados Unidos. “¿Qué van a pensar de ti?”, le dijo su papá al enterarse de que eran sólo dos mujeres en el viaje. No la dejaron viajar, y ella no le habló por meses. Desde ese instante, se prometió que jamás replicaría esa situación con sus hijos.

“¿Cuántas veces nos han mandado a la cocina? A mí me han dicho mucho que me dedique a un deporte más femenino, que no me corresponde ni comentar, ni jugar ni ver”, cuenta Iona Rothfeld, ex seleccionada nacional de fútbol, a quien un médico le dijo que se lesionaba seguido por practicar un deporte de hombres. Cuando era chica, eso le dolía y la hacía llorar. Con los años, lo transformó en convicción. Por eso, fundó la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino, organizándose con sus compañeras, muchas de las cuales son parte de la selección femenina que clasificó a la Copa Mundial Femenina Francia 2019.

Cómo olvidar a Francisca Crovetto, la primera chilena que clasificó a un Juego Olímpico en Tiro al Vuelo, disciplina que practica desde los 13 años. Ningún hombre lo había hecho y más de una vez, mezclado con las felicitaciones, le tocó escuchar un “para ti es más fácil, porque eres mujer”. En el club donde entrenaba simplemente no existía un baño de mujeres, obligándola a encerrarse con pestillo en el de hombres, poniéndose de acuerdo con sus compañeros cada vez que tenía que usarlo. Para ella, ahora presidenta de la Comisión de Deportistas del Comité Olímpico de Chile, en este mundo de hombres, la organización es clave.

“Las mujeres, muchas veces, tienen que pelear por los recursos mostrando por qué es importante que se lleve una selección femenina a un campeonato”, señala Pauline Kantor, refiriéndose a la realidad que viven las mujeres que ahora la acompañan y que con la promesa de comenzar una mesa de trabajo, buscan abordar.

Un caso insigne es el de la selección femenina de fútbol. “Las chicas tuvieron que ganar una Copa América para que recién se pusiera el tema sobre la mesa. Para que recién la Federación de Fútbol de Chile tomara en consideración que no podían seguir haciéndose los locos y dándoles las migajas. Para ganar lo mismo que el hombre, la mujer tiene que correr tres veces el mismo tramo”, reflexiona Crovetto.

La frase repetida hasta el hartazgo en la prensa: “Chile no va al mundial”. A ellos, deportistas como Iona Rothfeld o la seleccionada Fernanda Pinilla, les han contestado en varias ocasiones, recordándoles que la ausencia de los hombres en Rusia 2018 no anula que la selección femenina sí haya clasificado de forma impecable a la Copa Mundial Femenina.

Las niñas pueden

Los estereotipos de género son nefastos para el desarrollo de las niñas. Así lo han observado tanto las estudiantes que protestan, ONU Mujeres y las deportistas aquí reunidas.

Para ellas, el trato que la prensa da a las deportistas no contribuye a reforzar ideas positivas que acerquen a las niñas al deporte. Es que, generalmente, en la cobertura se le da importancia al físico, invisibilizando logros y reforzando inseguridades.

“Nuestro cuerpo lo miran como algo sexual, lo cosifican y se pierde el foco. Es una lástima, porque con eso en la mente las niñas empiezan a cuestionarse por qué están haciendo deporte si les van a crecer los brazos, las piernas. Se sienten feas, masculinizadas. Hay que entender que la feminidad no va con los cánones de belleza que se reproducen socialmente, va en cómo una se siente con su cuerpo y, si tu cuerpo te ayuda a hacer lo que te gusta, es hermoso, sea del tamaño que sea”, explica Rothfeld.

“Cuando una es chica escucha a los hombres decir que no somos capaces de meternos al mar, surfear bien una ola, remar o nadar”, cuenta Patricia Albornoz, ganadora SUP Race Damas 2017. Para ella, lo más importante es apoyarse entre compañeras, y nos cuenta que integrar la Federación de Surf, presidida por una mujer, ha sido una gran experiencia.

En un país donde el índice de sedentarismo en las mujeres se eleva por sobre el 80%, tanto para la ministra como para las deportistas, acercar el deporte es urgente y, basándose en la experiencia, todas coinciden con Patricia: debemos buscar en quiénes apoyarnos.

La entrevista está llegando a su fin. Por turno, todas se maquillaron y se tomaron fotos individuales para esta sesión, pero no podemos despedirnos sin preguntarles cómo enfrentar un camino que, como dicen, es cuesta arriba. “Quizás, antes de la clasificación femenina al mundial, las niñas no se imaginaban jugando fútbol. Es súper importante que vean que sí se puede”, reflexiona la tenista paraolímpica, María Paz Díaz.

“Si nosotras pudimos, ellas también. Que se apoyen en sus compañeras, en su familia y en nosotras, porque, aunque es muy difícil, nosotras lo hicimos”, finaliza Francisca Crovetto, antes de tomar su rifle y, junto al resto de las chicas, pararse estoica frente a las cámaras.

 

 

 

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