Aunque en el mundo ya podemos ver mujeres en un terreno exclusivo para los hombres como lo era el fútbol, las mujeres en Arabia Saudita aun no tienen permitido el acceso a los estadios de su país, una injusticia que se ha colado en Rusia 2018.
Por eso el partido inaugural entre los árabes y rusos ha sido un momento histórico más allá del resultado puesto que un valiente grupo de mujeres hicieron notar su reivindicación femenina acudiendo a las gradas totalmente cubiertas.
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Apenas en octubre de 2017, se aprobó una reforma para que las mujeres pudieran asistir a eventos públicos como el fútbol.
En Arabia Saudita, el código wahabi rige los comportamientos de los habitantes de ese país, violando los derechos humanos, especialmente los de las mujeres.
Pero la esperanza no está perdida, el próximo 24 de junio está prohibición llega a su fin, mientras tanto las mujeres de ese país no tienen derecho a actos tan comunes como conducir, salir solas de casa, tener pasaporte y viajar.
Las mujeres árabes deben vivir segregadas de los hombres en sus actividades diarias como ir al cine, a un centro comercial o estudiar en las universidades.
La vestimenta para las mujeres es obligatoria, deben ir tapadas de pies a cabeza, lo contrario se considera un delito.
El voto de las mujeres es un derecho recién adquirido y tienen una mínima participación política en su país.
Para el mundial de Fútbol Rusia 2018, se tenia previsto un desfile de banderas sostenidas por jóvenes de los 32 países participantes, pero a última hora se anunció que las seis chicas saudíes no desfilarían «por motivos logísticos».
Mohamad Salman, el nuevo príncipe heredero del reino, ha prometido reformas a las leyes y mayor apertura, sin embargo, solo se han hecho pequeñas modificaciones para apaciguar las críticas a un país que se considera uno de los principales enemigos de los derechos humanos.
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