Después de 25 años de casada, Liz Haslam recibió del marido un ultimátum: ella debería elegir entre quedarse con él o con sus 30 perros.
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A los 49 años, ella se separó, pero sigue en óptima compañía.
De acuerdo con el sitio Bored Panda, que cuenta la historia de la pareja, la familia de Liz siempre fue apasionada por los animales. Su madre tiene una cría de perros de la raza West Highland White Terrier y su padre maneja una empresa de comida para perros.
Liz conoció a Mike cuando tenía 16 años y se casó algún tiempo después. Cuando los dos se mudaron a una casa con medio acre de tierra, ella decidió comenzar su propio criadero de perros.
Otro de sus proyectos también involucra animales: el BedforBullies rescata perros de la raza Bull terrier con problemas conductuales o de salud y que, por lo tanto, no serían acogidos por otras instituciones. Hoy, son 30 animales bajo su cuidado, muchos de ellos con necesidades especiales.
Irónicamente, a pesar de ofrecer un techo para tantos peludos, Liz está a punto de quedarse sin tener donde vivir. La casa en la que vive y gestiona tanto su negocio como el refugio para perros es alquilada y el propietario solicitó que el inmueble sea devuelto dentro de un año.
Como el BedforBullies se mantiene únicamente con donaciones, según el SWNS, Liz tiene dificultades para encontrar un nuevo lugar para vivir, pero no se arrepiente de sus elecciones. «Yo elegí hacer eso, es lo que amo», dijo en una entrevista.